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Por qué España puede ser la gran perjudicada del último golpe de la UE a la aviación

El Parlamento Europeo acaba de aprobar un reglamento sobre emisiones que incrementará los costes para las compañías.

El Parlamento Europeo acaba de aprobar un reglamento sobre emisiones que incrementará los costes para las compañías.
Los vuelos, en el punto de mira de los planes verdes europeos. | Pixabay/CC/garten-gg

El pasado martes, el Parlamento europeo aprobó el nuevo Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, el mecanismo europeo para penalizar las actividades que generan emisiones de carbono y que busca acelerar los planes de la UE de reducir al menos en un 55% las emisiones en 2030. Entre los muchos sectores afectados por los cambios, pendientes ahora de la ratificación del Consejo, está el de la aviación, "la segunda fuente más importante de impacto climático en el transporte después del transporte por carretera", destaca el texto europeo.

El mecanismo aprobado por el Parlamento Europeo propone "una eliminación gradual de la asignación gratuita" de derechos de emisión en 2024 y 2025 "y una subasta completa a partir de 2026" para las compañías aéreas. Las aerolíneas, al igual que otras empresas e industrias europeas que generan emisiones, se benefician de asignaciones gratis: en su caso, según el Ministerio de Transición Energética, reciben hasta el 80% de los derechos necesarios para compensar las emisiones generadas. Con este cambio, tendrán que acudir al mercado y pagar por el cien por cien de las emisiones que generen.

Desde el sector señalan que el reglamento incorpora otro cambio relevante: en el sistema de derechos de emisión entrarán, además de la aviación, "más industrias como el sector marítimo y el transporte por carretera", lo que implicará un aumento de la demanda y por tanto, un aumento de los precios. "Si antes lo habitual es que cada tonelada costara 30 euros", ahora se sitúa, destacan, en los cien, "y lo normal es que se encarezca" tras la entrada en vigor de los cambios. La consecuencia, según explica a LD Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), es "un incremento de los costes para las compañías".

El impacto en España

En otoño, durante la tramitación del reglamento, la asociación publicó un informe elaborado por Deloitte en el que se calculaba el impacto que podría tener en la economía española esta reforma. Según Gándara, los cambios en el sistema de derechos podría traducirse, en un país como España, en la pérdida de 4,5 millones de turistas en 2030 por el incremento de los precios de los billetes. El también director general de Easyjet para el sur de Europa señala como principal problema de estos cambios que su aplicación "es asimétrica" y afectará mucho más a países como el nuestro, que es "netamente receptor de turismo internacional", y especialmente europeo.

En Alemania, ejemplifica, el único efecto será que sus ciudadanos elegirán irse "a Turquía, Egipto o Marruecos", destinos fuera de la UE, si les es más caro viajar a España. Pero en España "nos debería preocupar" porque podría tener "un impacto muy desproporcionado" en un país "netamente receptor de tráfico" internacional y muy especialmente del continente.

Sin excepción canaria

Hay, además, otra consecuencia indeseada para España. El reglamento, en su redacción actual, contempla "una excepción temporal" para las "regiones ultraperiféricas", un concepto que afectaría a Canarias, en los vuelos entre aeropuertos de la misma región y aeropuertos "situados en el mismo Estado miembro fuera de dicha región a fin de dar respuesta a las necesidades más acuciantes de los residentes en términos de empleo, educación y otras oportunidades". Pero dicha excepción no se extiende al resto de aeropuertos europeos: los vuelos desde otros países a Canarias tendrán que pagar también por todas las emisiones que generen.

Hasta ahora, explica Gándara, "debido a las altas asignaciones gratuitas" de los derechos de emisión "el impacto en los precios" hacia Canarias resultaba "irrelevante". Pero ahora, cuando las aerolíneas tengan que pagar por el total, las consecuencias serán grandes. De hecho, señala Gándara, estiman que entre esos turistas que se perderán "una parte importante sea de turistas europeos a Canarias".

Combustibles eco por ley

La reforma de los derechos de emisión no es la única normativa que se está estudiando en Europa en relación a la aviación. En paralelo, la UE quiere promover los ecocombustibles y con este fin la Eurocámara aprobó hace unos meses la iniciativa Refuel EU aviation, que pretende imponer, de forma gradual, que los aviones reposten combustibles ecológicos en aeropuertos europeos. Según la norma, tendrán que repostar el 2% de ecocombustibles a partir de 2025; el 37 por ciento en 2040 y el 85% en 2050.

Desde el sector, están de acuerdo en que este tipo de combustibles es el futuro para reducir "en un ochenta o un cien por cien las emisiones" y señalan que "ya se puede usar en los aviones actuales" mezclándolo con queroseno y se trabaja en aviones que pueden utilizarlo al cien por cien en sus motores. Sin embargo, por el momento, "la producción es muy baja". Gándara da el dato de que antes de la pandemia, del total de consumo de combustible para aviones "sólo el 0,1 por ciento era SAF (Sustainable Aviation Fuel, por sus siglas en inglés). Pasar de este porcentaje al 2% que impone la ley en 2025, aunque "pueda parecer poco, supone multiplicarlo por veinte".

El otro inconveniente es el precio: los combustibles de origen biológico, subraya Gándara, "cuestan tres o cuatro veces más que el queroseno". Si el combustible representa el 30 por ciento de los costes, apunta, aunque "el impacto no vaya a ser muy grande" en los primeros años "después va a escalar".

Impuesto al queroseno

El citado informe señalaba que en su conjunto las medidas verdes europeas podrían suponer, para España, "una caída del 0,7 por ciento del PIB en 2030 y una pérdida de 194.000 empleos", por la pérdida de más de cinco millones de turistas. Sin embargo, no son estas las medidas que más lamentan en el sector, que afirma estar "en el camino de la descarbonización" y trabajando en el "reto", muy "complicado", de que la aviación sea sostenible y al mismo tiempo "asequible para la inmensa mayoría de los bolsillos". Su mayor preocupación es que también están sobre la mesa medidas fiscales con el punto de mira en el sector de la aviación que responden, lamentan, "a un afán recaudatorio" y no sirven para "descarbonizar".

Aluden, por un lado, a la revisión de la Directiva sobre Fiscalidad de la Energía que, entre otras cosas, plantea un impuesto al queroseno para vuelos dentro de la UE. La medida, aún no aprobada, supondría, según Gándara, castigar de forma doble al sector, que por un lado tendría que pagar por las emisiones y por otro un extra por el combustible. En su opinión, "es poner la puntilla" a las empresas.

A esta medida podría sumarse un nuevo impuesto español sobre los billetes de avión, que afectaría a los vuelos que despegan desde España y que podría suponer 7,85 euros por billete. Aunque por el momento la medida está en un cajón, estaba incluida en el Libro Blanco para la reforma fiscal. El sector estima que los impuestos europeo y español y el encarecimiento en los precios que acarrearían podría representar la pérdida de otros 6,5 millones de turistas, con un impacto en 2030 para la economía española del 1,6% del PIB y 430.000 empleos.

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