En el primer trimestre de 2023, los ingresos reportados por la Agencia Tributaria ascendieron a 56.150 millones de euros. Esta cifra supone un importante incremento en relación con los 43.402 millones que obtuvieron las arcas públicas durante el mismo periodo del año 2019, antes de la pandemia del coronavirus y de las continuas subidas de impuestos desarrolladas por el gobierno de Pedro Sánchez. Se trata de una subida del 29%.
El aumento observado en el IRPF ha sido muy notable, pasando de 21.950 a 29.737 millones durante el periodo estudiado. Expresado en relación con el número de asalariados, esto significa que la recaudación por trabajador ha aumentado de 1.127 a 1.454 euros por ocupado, lo que supone un aumento del 29%, idéntico porcentaje al aumento de la recaudación total durante el primer trimestre.
También se observa un notable repunte en el IVA, donde los ingresos tributarios para enero-marzo han aumentado de 19.633 a 25.274 millones entre los años 2019 y 2023. Si ponemos esta cifra en relación con el número de hogares, encontramos que esta rúbrica ha aumentado de aproximadamente 1.050 euros por unidad a cerca de 1.345 euros por familia. De nuevo, la subida es cercana al 29% que se observa en el conjunto de los ingresos fiscales del trimestre (en este caso, del 28%).
El PIB, muy por detrás
Estos datos contrastan con el comportamiento del PIB. Así, mientras que los ingresos obtenidos por las arcas públicas experimentan un fortísimo avance, la producción se comporta de forma mucho más decepcionante. Así, en términos nominales encontramos que el PIB trimestral para enero-marzo ha pasado de 309.000 a 351.000 millones de euros entre los años 2019 y 2023, lo que supone un repunte de apenas un 14%. Esto quiere decir que los ingresos tributarios están aumentando dos veces más rápido que la economía. (*)
Ante semejante tendencia, no puede sorprender que el peso de los impuestos sobre el PIB esté aumentando de forma pronunciada. Así, mientras la presión fiscal rondaba el 35% del PIB en el año 2019, las últimas estimaciones para el cierre de 2022 elevan esta cifra hasta cotas cercanas al 42% del PIB. Otra demostración del creciente peso del sector público en relación con el privado.
(*) Es importante recordar que, en términos reales, el PIB español no solo no ha crecido desde 2019, sino que sigue en 2023 alrededor de un 1% por debajo de los niveles alcanzados hace cuatro años. Dicho de otro modo: al descontar la inflación, la economía española tiene en 2023 un tamaño inferior al de 2019.