El Consejo de Ministros ha aprobado hoy martes la adenda del Plan de Recuperación que remitirá ahora a la Comisión Europea, y que prevé gastar más de 94.000 millones de euros adicionales que le corresponden a España de los fondos europeos aprobados tras la pandemia.
De ahora en adelante, Bruselas dispone de dos meses –que pueden ser ampliados un mes más– para la aprobación de la adenda, aunque también tendrá que ser validada por el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea (Ecofin).
En concreto, España recibirá 7.700 millones de euros adicionales en forma de transferencias sufragadas por los contribuyentes europeos, mientras que 84.000 millones de euros se concederán en forma de préstamos, a los que se unirán los casi 2.600 millones de euros del nuevo mecanismo REpowerEU.
El Gobierno dice querer concentrar los fondos en las inversiones y las 18 reformas previstas en el impulso de la industrialización y "autonomía estratégica" en sectores como el agroalimentario, industrial, tecnológico y digital, reforzando las inversiones de los proyectos estratégicos (Perte) que ya están en marcha.
Según la ministra de Economía, Nadia Calviño, la ejecución del Plan de Recuperación junto con la adenda permitirá incrementar el nivel del Producto Interior Bruto (PIB) hasta 3 puntos porcentuales de media cada año hasta 2031. Una estimación que choca con la última efectuada por el Banco de España, que prevé un impacto del 1,75% al año. Hasta el momento, nuestro país ha recibido 37.036 millones de euros en transferencias que no habrá que devolver, constituyendo el 53% de lo prometido por Bruselas. Y, pese a ello, España se sitúa como el país europeo más alejado de su nivel de PIB prepandemia, el que menos ha crecido desde 2019 o el único que ha perdido renta per cápita desde entonces.
Las reformas no llegan
Pese a ser España una de las naciones más beneficiadas por los fondos de recuperación europeos, nuestro país no parece estar aprovechándolos. Así, ya hemos visto que con la masiva inyección de dinero desde Bruselas, España se sitúa a la cola en crecimiento económico. Pero eso no es todo, porque otro de los objetivos de los fondos europeos, que es promover reformas institucionales que mejoren la economía del país, tampoco se está cumpliendo como debería.
Así lo advirtió ayer lunes la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que asegura que el balance de las reformas ligadas al Plan de Recuperación "está siendo muy decepcionante" y que, de hecho, algunas de dichas reformas están yendo en una dirección contraria a la que sería deseable.
En el informe, que hace seguimiento a las reformas del Plan de Recuperación, la casa de análisis advierte también que de algunas reformas están casi vacías de contenido, mientras que otras se quedan cortas en el despliegue de medidas necesarias. Según Fedea, la aprobación de las normas se ha hecho "a costa de una utilización excesiva de procedimientos de urgencia que pueden haber repercutido negativamente sobre su calidad".
En concreto, la Fundación ahonda en dos casos muy señalados de reformas "mal planteadas" por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. En primer lugar, apunta al sistema público de pensiones, que consideran que tendrá un efecto contrario a la estabilidad del sistema, ya que introduce "disposiciones que pondrán una fuerte presión al alza sobre el gasto sin acompañarlas de medidas compensatorias adecuadas". Además, advierten de que el MEI obligará "más pronto que tarde, a subir las cotizaciones sociales" para financiar el aumento del gasto.
Y, en segundo lugar, Fedea critica la nueva Ley de Vivienda aprobada por Sánchez y sus socios, que "contribuirá seguramente a agravar" la escasez de oferta "a través del retraimiento de la oferta de alquiler", ya que la norma "reduce la rentabilidad e incrementa el riesgo de esta actividad", advierte el estudio liderado por el economista Ángel de la Fuente.