Su nombre técnico es triziclazol. Asociaciones como ASAJA aseguran que no perjudica la salud. Resulta decisivo para mantener bajo control la principal enfermedad del cultivo del arroz, la Pyricularia oryzae. Pero en la UE ha quedado prohibido. Pero prohibido para la producción comunitaria. Porque lo cierto es que el arroz indio cuenta con permiso para usarlo y exportarlo a Europa. De hecho, Bruselas ha respondido a una pregunta formulada por el europarlamentario del Partido Popular, Juan Ignacio Zoido, y ha confirmado que quiere que los arroces de países terceros que vengan a la UE sí puedan usarlo, aumentando incluso el umbral de tolerancia de importación de 0,01 a 0,09 mg/kg. Tras la fresa, jaque al arroz valenciano.
Desde la prohibición de este fungicida, los productores disponen de dos sustancias alternativas autorizadas, pero el hongo parece haber desarrollado resistencia a estos pesticidas. Sólo en la variedad de arroz bomba ha provocado ya una reducción del 50% en la producción de los arrozales de la zona valenciana de La Albufera.
Y la asociación agraria ASAJA no ha tardado en reaccionar: "Hemos recibido una nueva burla de Bruselas. Aunque ya es algo habitual, no deja de irritarnos y nuestro compromiso es denunciarlo para que no vuelva a ocurrir", afirma Cristóbal Aguado Laza, presidente de AVA-ASAJA. "La comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, ha respondido en nombre de la Comisión Europea a una pregunta formulada por el europarlamentario del Partido Popular, Juan Ignacio Zoido, en relación al Triciclazol, una materia activa fitosanitaria que Bruselas prohíbe usar en el arroz de la Unión Europea, pero que ahora quiere que los arroces de países terceros que vengan a la UE sí puedan usar". Es más, no sólo es que lo permite, es que pretende ampliarles el umbral de tolerancia de importación desde 0,01 a 0,09 mg/kg.
"El señor Zoido, atendiendo a la reivindicación de AVA-ASAJA, preguntó "qué justifica, a ojos de la Comisión, este cambio de postura", si "es consciente del grave impacto económico y sanitario que tendría esta medida para los productores europeos" y "qué líneas de ayudas prevé para los afectados si finalmente llegara a aprobarse", señalan desde ASAJA.
"La contestación la hemos tenido dos meses después, con la agilidad que caracteriza a esta Comisión. La señora Kyriakides revela que "no se espera que la medida propuesta tenga un impacto negativo en la salud, ya que el nuevo LMR (límite máximo de residuos) es seguro para los consumidores". Los agricultores no dan crédito a la respuesta: "Entonces, si es tan seguro y no perjudica a la salud, ¿por qué únicamente pretende permitir su uso a los arroces de fuera y no a los europeos? Si la excusa fuera su supuesto daño al medioambiente, ¿significa eso que a Bruselas le importa un bledo la contaminación que se genera fuera de Europa? ¿Acaso no sabe que hay un único planeta Tierra y que la contaminación que fomenta fuera acaba pasando factura al clima de Europa y de todo el mundo?", se pregunta Cristóbal Aguado.
La comisaria también reconoce que este tipo de procedimientos tiene como objetivo principal "facilitar el comercio internacional", que "no se requieren evaluaciones de impacto específicas" y que "no está prevista ninguna ayuda específica a los productores de la UE como consecuencia del nuevo LRM". ASAJA señala que resulta increíble la postura y que confirma "lo que ya sabíamos, que el propósito de la Comisión –liderado por los países del centro y norte de Europa que no cultivan arroz– no es otro que facilitar aún más la entrada de las importaciones, aunque sus intereses comerciales pisoteen la reciprocidad en el mercado, la lucha contra el cambio climático, la preservación de parques naturales como La Albufera que dependen del cultivo del arroz y la soberanía alimentaria europea".