En el día de ayer martes se publicó el primer informe trimestral realizado por el Observatorio de Márgenes Empresariales, creado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el Banco de España y la Agencia Tributaria, que nace "con el objetivo de aumentar la información disponible sobre los márgenes empresariales y de mejorar el conocimiento sobre su evolución y sus implicaciones para el conjunto de la economía". Este trabajo se centra en un análisis del Resultado Económico Bruto de Explotación y resulta que su conclusión es contraria al discurso que vienen desarrollando desde el Ejecutivo, especialmente, contra las empresas del sector alimentario.
Atendiendo al informe, podemos constatar que la primera de las conclusiones a las que llegan los analistas es que "los márgenes empresariales presentan una extraordinaria heterogeneidad, tanto entre distintos sectores, como entre empresas de un mismo sector". Es decir, que para nada pueden darse por buenas las generalizaciones. El documento explica que "la evolución de los márgenes agregados de un determinado sector no es necesariamente representativa del comportamiento de los márgenes de todas las empresas que forman parte del mismo", dada la multiplicidad de factores que pueden influir al respecto. En este sentido, los resultados son claros: los supermercados no han inflado sus márgenes y el crecimiento de las energéticas deriva, principalmente, de los mercados mundiales.
Díaz y Belarra contra los ‘malvados’ supermercados
Del mismo modo, vemos que "desde mediados de 2021 y durante buena parte de 2022, el encarecimiento de las materias primas energéticas y no energéticas tuvo un impacto negativo muy acusado en los márgenes de los sectores de las cadena alimentaria y especialmente sobre la industria agroalimentaria". De hecho, en la dinámica de los márgenes influyen ciertas características de las empresas, especialmente el peso de los costes energéticos y del petróleo en el total de costes de producción, su capacidad exportadora y el nivel de endeudamiento y el peso de los pagos de intereses sobre su cifra de negocios.
En concreto, respecto al sector alimentario, el informe detalla que "desde el inicio del shock energético hasta finales de 2022 los márgenes agregados de los sectores de la cadena alimentaria se contrajeron un 25%". Se admite también que el incremento de los costes energéticos no se trasladó íntegramente a los precios finales y que solamente gracias al abaratamiento de los costes energéticos, a partir de comienzos de 2023, las empresas del sector han podido recuperar en cierta medida los márgenes, que se mantienen, no obstante, por debajo de la media de la serie histórica.
Con todo, tras el mínimo registrado en el cuarto trimestre de 2022, "tanto el margen del comercio minorista como el del comercio mayorista se encuentran, a comienzos de 2023, en niveles similares a su media histórica".
Todo ello dista mucho de las acusaciones de ministras como Yolanda Díaz e Ione Belarra contra los malvados supermercados y el "despiadado capitalista" Juan Roig.
La realidad sobre Mercadona
Frente al discurso ideológico de las ministras Díaz y Belarra, podemos comprobar que, en realidad, Mercadona no hace sino aportar un gran beneficio al resto de la sociedad, pues a lo largo del año 2022 "la actividad directa e inducida de Mercadona en España representó el 2,05% del PIB, más de 680,000 empleos y una aportación a las Administraciones Públicas de 9,858 millones de euros", según datos de la propia cadena de supermercados.