La inflación no da tregua. El índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 0,5% en agosto en relación al mes anterior y elevó tres décimas su tasa interanual, hasta el 2,6%, debido, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes y de los combustibles líquidos.
Con el avance de agosto, la inflación encadena dos meses consecutivos de ascensos después de que en julio subiera cuatro décimas, hasta el 2,3%, según los datos avanzados ayer miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras tanto, la subyacente, la variable más relevante porque demuestra que la inflación se ha enquistado por todas las ramas de la economía, se mantiene en torno al histórico 6%.
Estos datos no sólo tumban el relato del Gobierno que calificaba de un "éxito de país" que el pasado mes de junio el IPC subió solo un 1,9%, sino que ponen de manifiesto que los precios siguen asfixiando a los ciudadanos españoles.
De hecho, son varios los productos básicos que están registrando máximos en el mes de agosto. Sin embargo, su encarecimiento parece haber perdido el interés del Gobierno y hasta el mediático.
Productos básicos, en ascenso
Uno de ellos es la luz, que ha registrado este jueves una subida hasta los 110,57 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone cerrar agosto como el mes más caro desde el pasado mes de febrero.
Por otro lado tenemos a los carburantes. El precio medio de los carburantes ha encadenado su octava semana consecutiva de subidas, con lo que acumulan un encarecimiento de hasta el 12%, y harán vivir una de las operaciones retorno de las vueltas de las vacaciones de verano más caras de la historia.
En concreto, la gasolina se ha encarecido esta semana un 0,65% con respecto a hace siete días, para situarse en los 1,721 euros por litro, su valor máximo en lo que va de 2023 y el más alto desde finales de noviembre, cuando el Gobierno sí tenía subvencionada la gasolina porque lo consideraba urgente (aunque cuando aprobó la subvención el precio de la gasolina estaba rondando los 1,8 euros, un nivel similar al actual).
Por tanto, este nivel de precio para la gasolina, después de acumular un encarecimiento de más del 8% desde principios de julio, le ha llevado a un máximo histórico para un final de agosto. Por su parte, el precio medio del diésel también encadena siete semanas consecutivas de subidas, con un encarecimiento del 0,62% en la última semana, para alcanzar los 1,612 euros el litro.
En alimentación, el producto que ha desbordado su precio en los últimos tiempos es el aceite de oliva. El oro líquido ya se vende en origen por más de 8 euros el litro y en el supermercado por más de 10 euros, unas cifras insólitas. Esta situación se debe a una desastrosa campaña 2022-2023 por falta de lluvias que ha reducido su producción a menos de la mitad del año anterior.
Mientras tanto, en el Gobierno evitan comentar estos asuntos, que sí afectan al día día de los españoles y mucho menos actuar sobre ellos. Lo cierto es que están más ocupados en formar parte de otras polémicas al margen del bienestar de los ciudadanos, como el caso de Luis Rubiales.