La Asociación Nacional de Inspectores de la Hacienda Pública Local (ANIHPL) ha dado la voz de alarma. Se avecina una nueva tasa de basuras que será "obligatoria" para todos los municipios de España "por vez primera en la historia en materia de tasas".
Hasta ahora, "los ayuntamientos tenían la posibilidad de bonificar o eliminar esa tasa, pero con la nueva norma, la van a tener que cobrar de forma obligatoria", asegura a Libre Mercado Juan Ignacio Gomar, inspector de la ANIHPL.
Su puesta en marcha se debe a la "Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular" que aprobó el Gobierno en abril de 2022. En el artículo 11 del texto publicado en el BOE se establece que "las entidades locales establecerán, en el plazo de tres años a contar desde la entrada en vigor de esta ley, una tasa o, en su caso, una prestación patrimonial de carácter público no tributaria, específica, diferenciada y no deficitaria, que permita implantar sistemas de pago por generación y que refleje el coste real, directo o indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos, incluidos la vigilancia de estas operaciones y el mantenimiento y vigilancia posterior al cierre de los vertederos, las campañas de concienciación y comunicación, así como los ingresos derivados de la aplicación de la responsabilidad ampliada del productor, de la venta de materiales y de energía". Así, será obligatoria ya en 2025, aunque muchos ayuntamientos ya están adelantando el cambio.
"Caos" y "pánico total"
Según explica el inspector, entre los ayuntamientos reina el "caos" por las "múltiples dificultades técnicas" que va a suponer su puesta en marcha. "Hay pánico total porque la norma obliga a los ayuntamientos a desarrollar la tasa con una serie de cálculos, como una estimación de los residuos que generan sus habitantes, y no saben cómo hacerlo" asegura.
Por ello, Gomar vaticina que "al final, nos van a acabar anulando la tasa como ya pasó con la plusvalía. Y que a un ayuntamiento le obliguen a devolver un dinero indebidamente le supone un roto en la caja imposible de asumir".
Subida del 50% en recaudación
El inspector cita a un informe de la Fundación para la Economía Circular, que calcula que con esta norma los ayuntamientos podrán empezar ingresando 3.000 millones de euros para acabar ingresando 3.700 millones en 2035. Así, con esta figura coactiva ingresarán mucho más que ahora, pero si el desarrollo está mal, será un desastre que generará mucha litigiosidad".
Según un informe de la Fundación ENT titulado "Las tasas de residuos en España en 2022" La suma de los ingresos totales en concepto de Tasa de Residuos (u otras figuras cobratorias) de recogida y tratamiento de residuos en España para 2021, incluyendo todas las entidades locales municipales y supramunicipales que presentan datos, fue de 2.079 millones de euros, representado una recaudación de 61,15 euros per cápita. El 73,1% de estos ingresos son en concepto de recogida y el 26,9% de tratamiento. Así, con la nueva medida, la recaudación se estaría disparando un 50% lo recaudado ese año. "Esto implicaría que la tasa de basuras se convertiría en el segundo impuesto por el que más recaudan los ayuntamientos de España después del IBI y por delante de la plusvalía" señala Gomar.
Éxito recaudatorio del Impuesto al plástico
La misma Ley que regula esta nueva tasa reguló también el Impuesto Especial sobre los Envases de Plástico no Reutilizables que ha entrado en vigor el 1 de enero de este año. Gracias a este tributo, Hacienda ha ingresado hasta agosto 402 millones de euros. Con estos números, es fácil pronosticar que, a cierre de año, los ingresos de las arcas del Estado podrían superar los 491 millones de euros previstos por el Ejecutivo.
Y mientras Hacienda celebra el éxito recaudador de este nuevo tributo, su implantación está suponiendo un auténtico quebradero de cabeza para las empresas afectadas (alimentación, bebidas, cosmética...) por sus dificultades técnicas de aplicación a lo que hay que sumar el coste económico y administrativo que implica la medida y, por supuesto, la repercusión de su implantación al cliente final.