José Luis Escrivá no cuenta con el visto bueno de Yolanda Díaz. El exministro de Seguridad Social llegó a crearse una nueva sede y despacho ante los desencuentros habituales con la vicepresidenta y líder de Sumar. Y eso es un problema para él. Eso, y que ha pasado, bajo su mandato, la deuda de la Seguridad de 55.000 millones de euros a 106.000 millones. Todo un hito en el arte de duplicar agujeros financieros. Y el resultado es que, pese a que Pedro Sánchez lo mantiene como el suplente a la espera de ocupar la cartera económica de la saliente Nadia Calviño, ni el presidente lo quiere del todo. Resultado: Moncloa estudia otros perfiles como el del que fuera secretario de estado con Zapatero, José Manuel Campa, o el economista Ángel Uribe.
Escrivá apareció en el Gobierno de Pedro Sánchez como una ‘rising star’ de la tecnocracia socialista. Y ha acabado como un actor de relleno, más que de reparto. Economista, auditor fiscal y ex ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones entre 2020 y 2023, todo el mundo daba por hecho que, tras la previsible salida de Nadia Calviño -en fuga hacia la presidencia del BEI- sería el automáticamente llamado a ocupar la cartera económica vacía. Y es que, tras haber ocupado una cartera decisiva -Seguridad Social y migraciones-, el puesto asignado en el segundo mandato -ministro de Transformación Digital- parecía más un desprecio que un aprecio. Pero lo cierto es que los primeros que no lo quieren del todo son su presidente -Pedro Sánchez- y, desde luego, su vicepresidenta Yolanda Díaz.
El fue presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) desde 2014 hasta 2020. También ocupó la presidencia de la Red de Instituciones Fiscales Independientes de la Unión Europea entre 2015 y 2019. Fue igualmente jefe de la División de Política Monetaria del Banco Central Europeo entre 1999 y 2004 y director para las Américas del Banco Internacional de Pagos entre 2012 y 2014. Y en 2020 lideró el proyecto del ingreso mínimo vital (IMV), la paga garantizada para las personas vulnerables sin recursos económicos que entró en vigor el 1 de junio de aquel año. Eso sí: lo lideró con la presión de todos los polemizas para que abriese más la mano económica. Y eso le puede haber salido caro.
Por todo ello, Moncloa ha analizado otros perfiles para el cargo, con la tranquilidad de que, si no pueden ser, siempre estará Escrivá como suplente.
Uno de los perfiles analizados ha sido el de José Manuel Campa, exsecretario de Estado de Economía en el Ministerio de Economía y Hacienda de España desde el 14 de mayo de 2009 hasta el 23 de diciembre de 2011. Es decir, bajo el Gobierno de ese gran apoyo de Sánchez llamado José Luis Rodríguez Zapatero.
Ha sido profesor de finanzas y director de investigación del IESE Business School, consultor del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Interamericano de Desarrollo, del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, del Banco de Pagos Internacionales de Basilea, de la Comisión Europea y del Servicio de Estudios del Banco de España. También profesor en la Universidad de Harvard, en la Universidad de Columbia, en la Stern School of Business, y en la Universidad Complutense de Madrid. Y en 2019 pasó a presidir la Autoridad Bancaria Europea, el organismo regulador europeo.
Ángel Ubide es otro de los CV que han gustado al PSOE. Es director de estudios económicos en el grupo de renta fija global del hedge fund Citadel. Con anterioridad, y tras iniciar su carrera como economista en el Fondo Monetario Internacional, trabajó durante casi dos décadas en Wall Street, en las empresas Tudor Investment Corporation, D. E. Shaw Group y Goldman Sachs. Asimismo, ha participado activamente en el debate global sobre políticas económicas, sobre todo como Senior Fellow en el Peterson Institute for International Economics y como miembro del grupo de expertos del PSOE en 2015-16.