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La UE condena a muerte a las calderas típicas de casa: en 2040 deberán ser historia las de gas, gasóleo o carbón

El acuerdo informal ahora debe ser aprobado tanto por el Parlamento como por el Consejo para convertirse en ley.

El acuerdo informal ahora debe ser aprobado tanto por el Parlamento como por el Consejo para convertirse en ley.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en la firma del Acuerdo de Asociación Económica entre Kenia y la UE | EFE

Ya hay acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo. Eso significa que el plan cuenta con el impulso necesario para empezar a generar pesadillas. Y se trata, sin rodeos, de acabar en 2040 con las calderas típicas de cualquier casa: las que usan combustibles fósiles -gas natural, carbón o gasóleo-.

Los nuevos edificios tendrán que ser "de cero emisiones a partir de 2030". Y, por el acuerdo entre los eurodiputados y la Presidencia española del Consejo, se ha planteado ya la revisión de la directiva sobre rendimiento energético de los edificios con el objetivo de "reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de energía en el sector de la construcción de la UE para 2030, y hacerlo climáticamente neutro para 2050".

La propuesta pretende "renovar los edificios de peor rendimiento y mejorar el intercambio de información sobre el rendimiento energético". Y, por el camino, el plan pasa por un jaque a las calderas de calefacción y agua caliente que usan combustibles fósiles —gas natural, gasóleo o carbón, principalmente—.

"Para los edificios residenciales, los estados miembros tendrán que poner en marcha medidas para garantizar una reducción de la energía primaria media utilizada de al menos el 16 % para 2030 y al menos del 20 al 22 % para 2035", explica una comunicación oficial de la UE.

Por ello, los Estados miembros tendrán que renovar "el 16% de los edificios no residenciales de peor rendimiento para 2030 y, para 2033, el 26% de los de peor rendimiento a través de los requisitos mínimos de rendimiento energético". Y la sustitución tendrá que ser por fuentes solares: "Si fuera técnica y económicamente adecuado, los estados miembros tendrían que desplegar instalaciones solares progresivamente en edificios públicos y no residenciales, dependiendo de su tamaño, y en todos los edificios residenciales nuevos para 2030".

Pero el punto más traumático para las familias puede ser el que afecta a la "eliminación gradual de las calderas de combustibles fósiles". "Los Estados miembros adoptarán medidas para descarbonizar los sistemas de calefacción y eliminar gradualmente los combustibles fósiles en la calefacción y la refrigeración con el fin de eliminar por completo las calderas de combustibles fósiles para 2040", señala la comunicación.

Los Estados miembros también tendrán que "dejar de subvencionar las calderas de combustibles fósiles independientes a partir de 2025. Los incentivos financieros seguirán siendo posibles para los sistemas de calefacción híbridos, como los que combinan una caldera con una instalación solar térmica o una bomba de calor", explica el texto.

En el capítulo de "exenciones" son pocos los casos: "Los edificios agrícolas y los edificios patrimoniales pueden ser excluidos de las nuevas normas, mientras que los países de la UE pueden decidir también excluir los edificios protegidos por su especial mérito arquitectónico o histórico, los edificios temporales y las iglesias y lugares de culto". Pero no las casas normales y corrientes.

El Relator de la Directiva de Rendimiento Energético de los Edificios, Ciarán Cuffe (Verdes/EFA, IE) dijo: "Hemos logrado algo notable esta noche. Creamos un plan para la transición hacia un stock de construcción de cero emisiones. Con este plan, añadimos un pilar esencial a los planes de descarbonización de la UE y comenzamos el largo viaje hacia la reducción del 36 % de las emisiones de CO2 de Europa".

"Ese viaje comenzará con los edificios que están desperdiciando más energía. La energía desperdiciada es dinero desperdiciado en facturas. Debemos ayudar a los ciudadanos a ahorrar dinero y protegerlos de los volátiles precios de la energía. Es por eso que hemos elegido una ruta que puede reducir las facturas de energía para todos, tanto para los propietarios de viviendas como para los inquilinos, y aborda las causas fundamentales de la pobreza energética", agregó.

El acuerdo informal ahora debe ser aprobado tanto por el Parlamento como por el Consejo para convertirse en ley. El Comité de Industria, Investigación y Energía votará el texto el 23 de enero.

Según la Comisión Europea, los edificios de la UE son responsables del 40 % de nuestro consumo de energía y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El 15 de diciembre de 2021, la Comisión Europea adoptó una propuesta legislativa para revisar la Directiva sobre el rendimiento energético de los edificios, como parte del llamado paquete "Apto para 55". Una nueva Ley Europea del Clima (julio de 2021) consagra tanto los objetivos de 2030 como los de 2050 en una legislación europea vinculante.

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