Después de una semana bloqueando las carreteras alemanas con sus tractores, cientos de agricultores se han dirigido este lunes al centro de Berlín para protestar contra la retirada de las subvenciones agrarias decretada por el gobierno de Olaf Scholz. La tractorada ha puesto contra las cuerdas al Ejecutivo, que ya se ha retractado y seguirá subvencionando la actividad agraria, aunque mantiene de momento el plan de eliminar por completo el subsidio al diésel agrícola.
Según dijo a EFE un portavoz de la policía, pasado el mediodía se calculaban 8.500 personas y 6.000 vehículos en torno a la Puerta de Brandeburgo, aunque según los propios organizadores, la Asociación de Agricultores Alemanes (DBV) eran aproximadamente 30.000.
Se trata de una señal "a los políticos de Berlín" de que "no se puede seguir así", afirmó, dirigiéndose a la multitud, el presidente de DBV, Joachim Rückwied, que afirmó que la movilización de los agricultores es "la mayor" desde la reunificación alemana.
El campo alega que no es posible sacar adelante una explotación ganadera o cultivar las tierras sin ayudas públicas. Se trata de un sector sumamente castigado, sobre todo por las medidas del Pacto Verde de la UE, que no está dispuesto a aceptar este tijeretazo del gobierno alemán. Pero, ¿por qué Scholz ha tenido que recortar las ayudas públicas agrarias? La clave de todo reside en el fondo climático germano.
El fondo para el clima
Durante la pandemia de coronavirus, el Gobierno alemán aprobó la creación de un fondo de ayudas para paliar los efectos de la covid. Sin embargo, ese dinero no se gastó y el Gobierno decidió destinarlo iniciativas de acción climática, es decir, al Fondo para el Clima y la Transformación.
En noviembre del año pasado, el Tribunal Constitucional de Alemania declaró que ese traspaso de dinero era inconstitucional y bloqueó el dinero. La sentencia obligó a socialdemócratas, ecologistas y liberales a cuadrar nuevamente los Presupuestos Generales del Estado para cumplir las estrictas reglas fiscales del país, lo que supuso un recorte de 17.000 millones en los presupuestos generales. Y uno de los sectores afectados por esos recortes ha sido el campo.
Al mismo tiempo, los gastos del Fondo para el Clima y la Transformación, el polémico fondo extraordinario en el centro de la sentencia del Constitucional, se han reducido en 12.000 millones este año y en 45.000 millones hasta 2027.
A pesar de que el Ejecutivo encabezado por Olaf Scholz ha realizado concesiones y ha acordado mantener el subsidio al impuesto de circulación de los vehículos agrícolas y eliminar sólo gradualmente el subsidio al diésel agrícola, en contra de lo inicialmente previsto, para el ramo no es suficiente.
Los agricultores sostienen que en la situación actual de caída de precios de los productos agrícolas, eliminar el subsidio de 21,48 céntimos por litro de diésel contribuirá a que sus ingresos se reduzcan en un tercio. Muchos de ellos aseguran que la perspectiva es tan mala que muchas empresas no podrán sobrevivir.