Menú

Alemania construirá centrales de gas para tratar de dejar el carbón y tapar el agujero de las nucleares

El Gobierno alemán sustituirá las emisiones del carbón por las del gas natural: planea nuevas centrales que espera que acaben usando hidrógeno verde.

El Gobierno alemán sustituirá las emisiones del carbón por las del gas natural: planea nuevas centrales que espera que acaben usando hidrógeno verde.
Central térmica en Alemania | Flickr/CC/Meditec2000

Alemania está proyectando la construcción de nuevas centrales de gas en esta década para que su impulso a la energía renovable no se lleve por delante la seguridad del suministro eléctrico. El país, que decidió apagar sus tres últimas centrales nucleares en abril del año pasado, tiene como objetivo prescindir del carbón en 2030. Sin embargo, hoy por hoy el carbón continúa siendo una fuente energética imprescindible del mix alemán (generó una media del 23 por ciento de la energía eléctrica en 2023, año en que incluso se reengancharon al sistema centrales que estaban en la reserva) y el Gobierno tripartito junto con las eléctricas están diseñando cómo abandonarlo definitivamente sin poner en peligro el sistema.

En las últimas semanas, la coalición integrada por Verdes, socialistas y liberales ha ultimado un plan que pasa por construir, en una primera fase, 10GW de centrales de ciclo combinado que recibirían jugosas subvenciones del Gobierno. El Ejecutivo impulsaría la construcción de las centrales -entre 15 y 20- desde este mismo año, acelerando los plazos. Según confirmó el Gobierno alemán este lunes, la idea es que las centrales, aunque en un primer momento seguirían quemando gas natural y generando emisiones, empiecen a emplear hidrógeno verde en la década de los 30. La estrategia pasa por que todas ellas operen con hidrógeno verde entre 2035 y 2040 aunque los plazos terminarán de definirse en 2032.

Las subvenciones gubernamentales supondrán entre 16.000 y 20.000 millones de euros durante veinte años, según Der Spiegel, y en ellas se incluyen tanto la construcción de las centrales como las subvenciones al hidrógeno, de desarrollo y precio aún incierto. El Gobierno quiere que las nuevas centrales utilicen hidrógeno verde, el obtenido a partir de energías renovables y considerado por tanto libre de emisiones, pero también se abren al uso de hidrógeno azul o negro, obtenido a partir de combustibles fósiles. Llamativamente, no contemplan el uso de hidrógeno obtenido a partir de nucleares, el denominado hidrógeno rosa.

El Gobierno querría con esta estrategia dar estabilidad al sistema aunque el objetivo siga siendo que el grueso de la energía eléctrica provenga de las intermitentes plantas eólicas y fotovoltaicas. Un papel al que podrían haber contribuido, con cero emisiones, las plantas nucleares que el país decidió cerrar en plena crisis energética y que ahora deberán asumir las nuevas plantas de gas.

Las principales empresas energéticas alemanas habrían dado su OK al proyecto, que incluiría garantías económicas para que las nuevas centrales resulten rentables en su función de suplir la falta de flexibilidad de las energías verdes. Ahora, señalan los medios, falta el OK de Bruselas y ya se apunta a las reticencias que podría encontrar el plan ante el hecho de que tengan que pasar largos años hasta que las plantas comiencen a consumir hidrógeno verde en lugar de gas natural. Organizaciones ecologistas también han protestado por el plan por "prorrogar" la dependencia alemana de los combustibles fósiles.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios