La semana pasada, la Dirección General de Industria del Gobierno canario publicó la admisión a trámite de una solicitud para un permiso de investigación en Puerto del Rosario, en la isla de Fuerteventura. La empresa solicitante, Tenáridos, perteneciente a la constructora canaria Satocan, quiere buscar tierras raras en un área de 1,34 kilómetros: en la zona, señalan, se han observado "depósitos de gran interés" de unos minerales esenciales para la tecnología, las comunicaciones y las denominadas energías verdes (aerogeneradores y placas solares). La empresa, según precisa en su solicitud, quiere ahora "delimitar en el espacio el potencial recurso de tierras raras" con análisis in situ y en laboratorio durante tres años.
La noticia ha encontrado un gran eco en las islas y las primeras quejas, que traen a la memoria el frustrado proyecto de tierras raras en Castilla-La Mancha por la oposición del gobierno regional. Sin embargo, por el momento se trata de "explorar" y no de explotar, como recuerda el profesor de Física Aplicada de la Universidad de La Laguna Jorge Méndez, que relata a LD el camino de doce años de investigaciones que ha llevado hasta aquí y cómo ahora estaría a punto de darse el salto del trabajo científico al empresarial.
Méndez está al frente del MAGEC-REEsearch, un programa de investigación de las universidades de La Laguna y Las Palmas que busca determinar los recursos del archipiélago en tierras raras, también llamadas el "oro tecnológico" o "las vitaminas de la industria" en alusión a su presencia en pequeña cantidad "en toda la tecnología que nos rodea", desde la fibra óptica a los coches.
Canarias tiene una extraordinaria riqueza en minerales críticos en el fondo del mar, en las costras de ferromanganeso que recubren los grandes montes submarinos canarios, entre ellos el Tropic, en aguas que se disputan España y Marruecos. Los investigadores, durante estos años de trabajo, han comprobado que el archipiélago también cuenta en superficie con "rocas que pueden ser muy ricas" en tierras raras. Y mientras la extracción de los tesoros submarinos canarios es, según Méndez, "ciencia ficción" por la tecnología aún por desarrollar, los recursos sobre el suelo sí podrían llegar a ser explotados en cinco o diez años, como la UE demanda ante la altísima dependencia de China (de un cien por cien, en el caso de las tierras raras).
El equipo anunció hace dos años concentraciones interesantes "principalmente en Fuerteventura", aunque también en otras islas del archipiélago como Tenerife, La Palma y Gomera. En Fuerteventura, han hallado "indicios" con "concentraciones de hasta diez kilos de tierras raras por tonelada de roca", "cien veces más de lo normal en cualquier roca de superficie". Méndez, que recuerda que pese a su nombre las tierras raras "están por toda la superficie de la Tierra pero de forma dispersa, como la sal y la pimienta en un guiso", señala cómo existen sitios donde en lugar de los habituales cien gramos por tonelada de roca "hay tres, cuatro o cinco kilos", unas cantidades que suponen que su extracción "empiece a ser económicamente rentable".
La importancia de saber lo que hay
Las tierras raras que se utilizan en Europa vienen hoy por hoy de un único sitio: China, de la mina de Bayan Obo con concentraciones de hasta sesenta kilos por tonelada. En Fuerteventura, señala, la concentración es de diez, una cantidad inferior pero "prometedora" y superior a la de otros yacimientos. Ante estos hallazgos, el proyecto está dando el salto de la investigación a la empresa: "Nosotros hemos analizado todo: sabemos que hay muy buena calidad pero no sabemos cuánto hay". Ahora, cuenta, tienen que entrar las compañías con los estudios que determinarán qué riqueza realmente alberga la zona. Y la primera en dar el paso, enfatiza, es una empresa canaria que intentará determinar el tamaño del yacimiento y si "es rentable".
Frente a las primeras reticencias ante la noticia, el profesor destaca cómo "el conocimiento es poder": "Cualquier territorio ha de saber lo que tiene" como paso previo a la toma de decisiones, desde la explotación hasta la reserva. Señala, además, que están a punto de publicar un nuevo estudio sobre los yacimientos que apunta que las rocas son ricas "no sólo en tierras raras sino en los elementos más codiciados" y difíciles de conseguir, las denominadas tierras raras pesadas, especialmente importantes para las telecomunicaciones.
"Doble moral" con la minería
En su opinión, los años de investigación pueden tener ahora "implicaciones socioeconómicas enormes" en las islas: "Canarias puede ser punta de lanza", destaca Méndez, que aboga por "acabar con la doble moral y abrir un debate serio" sobre la minería, recordando la ausencia de respeto a los derechos humanos en China frente a la estricta normativa europea.
La petición para buscar tierras raras en Fuerteventura llega unos meses después de que se aprobara en el Parlamento canario una proposición no de ley, a propuesta del PSOE, instando al Gobierno regional a apoyar las investigaciones "sobre los yacimientos de materias críticas en las islas, propiciando que se genere un mapa de estos yacimientos de tierras raras", y al Gobierno de Pedro Sánchez a "poner en valor" ante la UE "las posibilidades estratégicas de los yacimientos de materias primas críticas en las islas". En cuanto a los recursos submarinos, se solicitaba, entre otras cosas, que "previo a la explotación, se garantice la mínima afección medioambiental".
En el marco de la tramitación de la iniciativa, la cámara autonómica acogió un debate hace unos días con el propio Méndez en torno a los recursos de la isla. En ella, el profesor insistió en que "sí hay tierras raras en Canarias, y no sólo en los famosos montes submarinos" y abogó por "apostar por la minería responsable": "Si hay algún sitio donde se puede hacer responsablemente, es en Europa".