Tras dos meses de protestas del campo y tractoradas por toda España, el Gobierno de Pedro Sánchez ha cambiado el tablero de negociación y ha añadido una nueva silla en la mesa de negociación en la que, hasta ahora, sólo tenían asiento Asaja, COAG y UPA. Se trata de Unión de Uniones, la asociación que organizó las tractoradas en Madrid y otras regiones españolas, siempre de forma independiente de las protestas convocadas por las otras tres organizaciones profesionales agrarias.
De forma paralela, Unión de Uniones se ha convertido en la segunda organización agraria en apoyar el documento de 43 medidas para el campo presentado la semana pasada por el Ministro de Agricultura, Luis Planas. La otra organización que apoya las propuestas del Gobierno es UPA, mientras que Asaja y COAG lo han rechazado.
Con su firma, Unión de Uniones gana un sitio en la mesa de negociación y simboliza su intención de poner fin a las protestas. Con respecto a las medidas, Unión de Uniones considera que "en general van en buena línea", especialmente las que tienen que ver con la simplificación y flexibilización de la PAC, las de seguros agrarios, el mantenimiento de medidas fiscales y el refuerzo de los controles sanitarios en las importaciones de terceros países.
Por el contrario, considera que "se abordan de forma insuficiente la revisión de los plazos en determinada normativa agrícola y ganadera y la reducción de la carga administrativa", así como las "medidas relacionadas con la sanidad animal, cuyos protocolos deben ser radicalmente reformados", las "disfunciones" de la ley de la cadena alimentaria o las cláusulas espejo.
El Comité Asesor Agrario
Ahora mismo, Asaja, COAG y UPA son las tres organizaciones presentes en el Comité Asesor Agrario que tiene interlocución directa con el Gobierno, y han llevado a cabo un calendario de movilizaciones distinto del de Unión de Uniones, que reclama elecciones en el campo para lograr representación nacional.
Sin embargo, tras la firma de apoyo al plan de Planas, el propio ministro anunció la decisión del Gobierno de modificar el "marco de representación" de los portavoces del campo y su actualización "mediante medición por criterios objetivos", que determinará la interlocución entre el Gobierno y las organizaciones agrarias.
Con este movimiento, Planas accede a una demanda central de Unión de Uniones, actualmente fuera del Comité Asesor Agrario, que ha estado negociando las medidas a raíz de las protestas agrarias.
Por su parte, el coordinador de Unión de Uniones, Luis Cortés, ha celebrado el acuerdo suscrito con Planas, que en su opinión "puede mejorarse", con un agradecimiento especial al paso que "clarifica la postura de las administraciones" sobre la "interlocución".
Asaja y COAG no respaldan a Planas
De este modo, Unión de Uniones y UPA son las dos únicas organizaciones que han bendecido el plan de Planas para el campo. Asaja lo ha rechazado porque considera que las propuestas del Gobierno para el sector son "insuficientes". Además, afirma que "faltan medidas que competen a otros ministerios, como las bonificaciones en las cotizaciones, la adaptación de la reforma laboral a las campañas agrícolas y la aplicación estructural de la doble tarifa eléctrica".
Además, en opinión de Asaja, la ganadería es "la gran olvidada del documento", pese a requerir un plan específico, y no se plantean soluciones a problemas estructurales como el agua, los seguros agrarios y el relevo generacional.
COAG también ha rechazado firmar el plan y ha subrayado la "pérdida de confianza" hacia el ministro Luis Planas por "no respetar los procesos de toma de decisión de cada organización" tras sus actuaciones de los últimos días. En concreto, aseguran que actualmente "no se dan" las condiciones "para poder pensar que aquellas medidas que dependen de la voluntad y el medio plazo se va a llevar a cabo en los términos que recoge el documento".