Cuando cualquier persona piensa en un parado en un país con una economía creciente piensa en un joven. Cuando lo hace en un país pobre o con grave crisis, piensa en una persona mayor. Se trata de una máxima del mercado laboral que ahora retrata a la España que Sánchez quiere vender a la opinión pública como de prosperidad y progreso, pero que, lo cierto, es que la inmensa mayoría de datos le contradicen. El último es duro de asimilar. Y es que los datos oficiales de empleo muestran con claridad los grupos de edad más necesitados de empleo. Y la mitad de las demandas de empleo provienen de personas mayores de 50 años.
El colectivo comprendido en edades entre los 50 y los 54 años aglutina el 13,2% de las peticiones de empleo, en total 359.891 en un sólo mes. El que abarca desde los 55 hasta los 59 años suma el 15,8%, en total nada menos que 429.726 demandas de puesto de trabajo. Y el que se extiende a partir de los 59 años bate todos los récords y llega al 16,2% y casi medio millón de peticiones de trabajo -442.709-.
En resumen, entre los tres colectivos de edades acumulan el 45,2%. Casi la mitad de las demandas de empleo del pasado mes de marzo, el mes del que tan orgullosos se han mostrado Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.
Los datos han sido extractados desde las bases oficiales por el sindicato USO. "Tenemos una población demandante de empleo envejecida y para la cual no se están ofreciendo alternativas que les faciliten su reinserción laboral: adquisición de nuevas competencias y cualificaciones profesionales. Las mujeres desempleadas mayores de 59 años, además, son un 45% más que los hombres", apuntan desde el sindicato.
Pero hay muchos más datos para la preocupación. "Permanencia en la búsqueda de empleo: Uno de cada tres parados (29%) lleva más de 2 años en esta situación, una vez más las mujeres prácticamente duplican a los hombres en esta situación", añade el informe de USO. "A partir de los 12 meses se considera que son parados de larga duración y en esta situación se encuentra el 45% de los parados registrados", añade el informe.
"Este volumen de parados de larga duración (todos aquellos con más de 2 años dejan de percibir la prestación contributiva) nos debería llevar a replantear la intermediación laboral que realizan los Servicios Públicos de Empleo y como poner los medios para ser más eficientes en ayudar a la búsqueda y consecución de un puesto de trabajo", señala el departamento de estudios del sindicato.
Y es que la precariedad se ha instalado con Yolanda Díaz. El número total de contratos registrados en marzo ha sido de 1.123.488, lo que supone un descenso del 32,8% respecto al mismo mes del año 2022. "Como consecuencia de la reforma laboral hay un incremento del porcentaje de contratos indefinidos realizados sobre el total. Comparando el número de contratos indefinidos realizados en marzo, hay un descenso del 1,7% en ellos. Se produce una disminución significativa de los contratos por obra y servicio (duración indeterminada), que eran los más abundantes, y se refleja su sustitución práctica por la modalidad de fijos discontinuos", explica USO.
"La duración media de los contratos disminuye quedándose en 46,33 días, un 23,6% menos que en 2022, donde fue de 60,63 días. En términos absolutos, la duración media de los contratos en marzo de 2024 ha sido de 14 días menos que la realizada en 2022", sentencia el sindicato.