Yolanda Díaz se va de vacaciones sin acuerdo para reducir la jornada laboral. El Ministerio de Trabajo aseguró ayer que espera alcanzar un acuerdo con la patronal CEOE para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales a la vuelta de verano y hacerlo "rápidamente".
Así lo aseguró el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, en declaraciones a los medios de comunicación tras mantener una reunión con los agentes sociales sobre la reducción de la jornada laboral. El número dos de Yolanda Díaz también informó de que la obligación a los empresarios de reducir la jornada laboral de sus trabajadores pagándoles lo mismo no es el único objetivo de su ministerio.
Otro "elemento clave" es la desconexión digital. Pérez Rey declaró que "tanto en modalidades presenciales como teletrabajo la gente tiene derecho a la desconexión, es decir, a no coger el teléfono al jefe fuera del horario o no contestar correos", como si todos los trabajadores de España contestaran fuera de su horario a sus superiores. "Y no pueden sufrir ninguna represalia" por ello porque "eso daría lugar a una sanción" amenazó.
Lo cierto es que este intervencionismo en las formas de operar en las empresas supone infantilizar tanto al empresario como al empleado creando un clima de desconfianza muy nocivo entre ambos.
Indemnización por despido personalizada
Además de estas ideas, la líder de Sumar pretende conseguir su ansiado "despido disuasorio", que consiste en que los factores personales, eleven las indemnizaciones por despido. Por ejemplo, si un trabajador tiene una hipoteca o si es mujer y mayor de 50 años, su despido es más caro que los 33 días por año actuales y que el de sus compañeros.
Y esto no solo supone una discriminación hacia el compañero, que igual lleva más tiempo en la empresa que el despedido, es que estas ideas podrían generar el efecto contrario entre los perfiles de trabajadores a los que teóricamente se quiere proteger.
Porque si a un empresario le va a costar más caro despedir a una persona mayor, pues a la hora de contratarla, la descarta. Si tenemos en cuenta que España tiene el despido más alto de Europa junto con la mayor tasa de paro, no hay duda de que van a tomar la decisión justamente contraria a la que necesita nuestro mercado laboral.