Tensión en las empresas ante la inminente puesta en marcha del plan de Yolanda Díaz para cambiar este año la legislación laboral y prohibir trabajar más de 38,5 horas a la semana. Para 2025, en lugar de las 40 horas actuales, la ministra plantea obligar a los empresarios a seguir pagando lo mismo a su plantilla, pero por menos trabajo: 37,5 horas a la semana.
Según cálculos de Fedea, la puesta en marcha de esta idea cambiará las condiciones de trabajo de unos 14 millones de trabajadores. Como es lógico, las compañías más afectadas por la medida serán las "empresas más pequeñas, donde las indivisibilidades son más importantes, y en determinados sectores (como el turismo, la hostelería y el comercio) en los que la relación presencial de los trabajadores con los clientes es imprescindible y los ritmos de producción son difíciles de alterar" avisaba también este think tank hace unos días.
En este sentido, como ya hemos explicado en Libre Mercado en reiteradas ocasiones, cabe recordar que son las mejoras sistemáticas de la productividad las que consiguen reducir gradualmente las horas trabajadas por ocupado, como viene sucediendo en todo el mundo desde hace siglos.
Yolanda Díaz se reúne con las multinacionales
Por tipo de empresa, como son las grandes las que logran ser más productivas frente a las pequeñas y medianas compañías debido a sus altas capacidades de inversión y de innovación tecnológica, entre otros aspectos. Es decir, las multinacionales (tan denostadas por la izquierda) son las que menos dificultades tendrán para adaptarse a la propuesta de la líder de Sumar.
Por ello, no deja de sorprender que Yolanda Díaz se haya reunido esta semana con Telefónica, Mapfre o Seat para celebrar que en estas grandes firmas ya se trabajan menos de 40 horas a la semana mucho antes de que ella les obligue. La razón es sencilla: son las que se lo pueden permitir.
Mapfre es otro ejemplo de una empresa que ha implementado la jornada laboral de 37,5 horas con grandes éxitos.
Me reúno con su presidente, Antonio Huertas, para poner en común la forma en la que lo han implementado y cómo ha mejorado los resultados empresariales con la medida. pic.twitter.com/N1qJL0sYbW
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) July 9, 2024
La realidad de las empresas en España
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, de las más de 2,9 millones de empresas que hay en España, la gran mayoría (más de 2,8 millones) tiene menos de 10 empleados, por lo que la realidad (y la repercusión) de la nueva idea de Díaz no tiene nada que ver con las multinacionales con las que se ha citado.
Tanto es así, que los Gestores Administrativos han llevado a cabo un simulacro para calcular lo que podría costar de verdad a una empresa estándar de nuestro país aplicar la imposición de Díaz
Para realizar el cálculo, estos profesionales han utilizado como ejemplo el de una empresa media con 4,5 empleados. Cuatro de los empleados trabajan a jornada completa y uno de ellos trabaja 4 horas (media jornada) en una semana laboral de partida de 40 horas.
Más de 5.000 euros por empresa
La empresa del ejemplo, una fábrica que requiere estar produciendo 12 horas diarias (bien podría ser otro tipo de compañía, como un comercio, un hostal, un concesionario…) y debe tener tres personas a la vez en la empresa trabajando. "Si consideramos las doce horas de apertura diaria por cinco días a las semana y 3 personas de forma permanente atendiendo las necesidades de la empresa, podemos calcular que se precisan 180 horas de trabajo a la semana" detallan.
Si dividimos las 180 horas semanales entre 40 horas semanales por persona, la empresa precisa las 4,5 personas (4 a jornada completa, 1 a media jornada). Los Gestores Administrativos, con objeto de simplificar el ejemplo, asumen que cada empleado cobra el Salario Mínimo Interprofesional, esto es, 15.876 euros al año, ascendiendo los costes sociales a 1.748 euros por año y trabajador. En definitiva, cada contrato laboral tiene un coste para la compañía de 17.624 euros al año. Si multiplicamos este importe por 4,5 personas, el coste anual se eleva a 79.308 euros al año de costes laborales para la empresa tipo española.
Si ahora la semana laboral se reduce a 37,5 horas, el resultado de dividir 180 horas por semana entre 37,5 horas por trabajador, el número de trabajadores que se precisan es de 4,8 personas. Esto significa que el contrato de uno de los trabajadores pasará de media jornada a un 80% de jornada. "Procedemos a multiplicar el coste por contrato completo, 17.624 euros anuales, por 4,8 contratos y el resultado asciende en este caso a 84.595,2 euros de costes laborales anuales totales" explican.
"El coste para nuestra empresa tipo se habrá visto incrementado en 5.287,2 euros al año, un 6,7% más que antes de la reducción. Si lo multiplicamos, en números redondos, por 2,9 millones de empresas, el incremento será de 15.332,9 millones de euros para todo el tejido productivo. Cada media hora de reducción, el impacto a las empresas es de unos 3.000 millones de euros" señalan. "Este es un cálculo de mínimos, pues es difícil encontrar empresas que paguen a todos sus trabajadores el SMI", matiza el presidente de los Gestores Administrativos, Fernando Jesús Santiago Ollero.
Según los Gestores Administrativos, la reducción de la semana laboral "puede producir otros efectos, como que se incrementen las horas extraordinarias convirtiendo a éstas como un "sustituto perfecto" de las horas ordinarias. También se podría producir en algunos sectores "un incremento de la economía sumergida, en aquellos casos donde los controles horarios y la monitorización por parte de la inspección no hagan posible sustituir la masa de horas ordinarias faltantes en extraordinarias" concluyen.