
"Va a ser neutral". Así repitió hasta la saciedad el Ministerio de Seguridad Social que iba a ser el efecto recaudatorio de obligar a los autónomos a cotizar por los "ingresos reales" desde este año.
Este importante cambio del departamento que entonces comandaba el actual gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, consistió en obligar a los autónomos a cotizar en función de los rendimientos que obtengan, lo que ha supuesto arrebatar buena parte de su autonomía a estos más de 3,5 millones de personas.
Hasta ahora, un autónomo podía decidir en la base en la que quería tributar, y casi el 80% de los físicos elegía hacerlo por la base mínima. Es decir, preferían pagar menos impuestos aunque eso implicara menos coberturas estatales. Ahora, el sistema de cotización ha cambiado radicalmente.
Giro de 180 grados en las cotizaciones
Cabe recordar que en el Gobierno han estado años insistiendo en que la medida no implicaría cambios en la recaudación de los impuestos de los autónomos (sería "neutral"). La razón que esgrimían era que lo que se va a recaudar extra por unos autónomos a los que se les subirá la cuota (los de ingresos de más de 1.700 euros) se compensará con lo que se recaudará de menos por los que tendrán cuotas más bajas por ingresar poco.
Sin embargo, en Libre Mercado también llevamos ese mismo tiempo advirtiendo de que el Ejecutivo no llevaría a cabo un cambio de este calado si no era para elevar la recaudación a costa de estos profesionales.
El 2024 es el año de adaptación a este giro de 180 grados en las cotizaciones de los autónomos. Y ya estamos conociendo los primeros resultados de su puesta en marcha.
Dos tercios ya pagan más
Según datos del propio Ministerio de Seguridad Social, de los más de 400.000 autónomos que han cambiado su base de cotización con el nuevo sistema, dos tercios lo han tenido que hacer para pagar más cuota que el año pasado, por lo que queda evidenciado que la medida ya está perjudicando a más autónomos de los que beneficia. Además, hay que tener en cuenta que el número de autónomos que han empezado a adaptarse a la nueva norma no llega ni al 10% del total, por lo que de cara al futuro podemos vaticinar desagradables sorpresas.
Y es que, la Seguridad Social comunicará a los autónomos a partir de noviembre si deberán pagar más o menos cuota en un proceso de regularización que se extenderá hasta marzo de 2025. Será como una especie de declaración de la renta del autónomo porque, de hecho, Hacienda está siendo la encargada de cruzar los datos de ingresos de los autónomos con la Seguridad Social.
Por tanto, si este proceso sigue el patrón de los 400.000 actuales, podemos esperar que habrá más damnificados que beneficiados.