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Francia, Reino Unido, EEUU... Así fracasan los bonos para el alquiler como el de Sánchez

Francia, Reino Unido, EEUU... numerosos países ya han demostrado que subvencionar el alquiler por la vía de la demanda no funciona.

Francia, Reino Unido, EEUU... numerosos países ya han demostrado que subvencionar el alquiler por la vía de la demanda no funciona.
Muchos manifestantes culparon a Ayuso de la subida de precios de los alquileres, generalizada en toda España | Europa Press

La tensión en el mercado del alquiler va en aumento en España. El pasado domingo, la organización de izquierdas Sindicato de Inquilinos organizó una sonada manifestación en Madrid contra la subida de precios de los alquileres en la que amenazaron con declarar una "huelga" en el pago de las rentas.

"Si seguís subiendo los precios, vamos a dejar de pagarlos. Y no va a haber policías, juzgados ni matones suficientes para desahuciar a todos los que estamos aquí. Exigimos que se bajen ya" clamó la portavoz de este organismo, Valeria Racu, que en los últimos días ha acaparado una considerable fama televisiva.

"Somos millones los que sostenemos este sistema parasitario y rentista. A los caseros y a la patronal inmobiliaria, deciros que se acabó vuestra impunidad" retó Racu, sin especificar exactamente de qué impunidad cree que gozan los propietarios.

El Gobierno protesta... ¿contra el Gobierno?

Este llamamiento al impago masivo de los alquileres en nuestro país contribuye a generar todavía más inseguridad jurídica en un mercado donde, precisamente, la desprotección del propietario frente a los inquilinos morosos es uno de los motivos que explican la caída de vivienda disponible para alquilar.

Mientras tanto, en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, lejos de asumir una mínima responsabilidad por llevar seis años gobernado, no dudaron en apoyar las protestas, como hizo Yolanda Díaz. Otros socialistas, hasta acudieron a la manifestación, como es el caso de la multipropietaria y exministra, Reyes Maroto.

La solución de Sánchez

Además, Sánchez respondió ayer lunes a las protestas por los alquileres con un "cheque" que ya aprobado su gobierno. El líder del PSOE volvió a usar una treta de marketing político anunciando a bombo y platillo el "reparto de 200 millones de euros para jóvenes en bonos de alquiler". Nada nuevo.

"No quiero una España de propietarios ricos e inquilinos pobres" clamó Sánchez, que para evitarlo, vendió como una idea novedosa esa millonaria cuantía de subvenciones para volver a activar el Bono Alquiler Joven creado en 2020 y que habría sido aprobado hace 10 días.

El fiasco: Francia, Reino Unido, EEUU...

¿Pero realmente sirven este tipo de medidas para aliviar las rentas que pagan los inquilinos? Numerosos estudios confirman que no.

El Banco de España ha sido uno de los organismos en poner de manifiesto el fracaso de este tipo de subvenciones. La razón principal de su ineficacia es que son los propietarios los que absorben la subvención subiendo todavía más los precios, conscientes de que sus inquilinos cuentan con ese ingreso extra del Estado.

"La teoría económica predice que buena parte de los subsidios y de las deducciones fiscales destinados a segmentos específicos de la demanda de alquiler se trasladan a los precios y generan un incremento de las rentas del alquiler cuando esta demanda se enfrenta a una oferta relativamente rígida, especialmente en el corto plazo [Susin (2002) y Gibbons y Manning (2006)]" señala el organismo. El informe La intervención pública en el mercado de alquiler de vivienda, elaborado en 2020, hace hincapié en que lo importante es ampliar la oferta: "La traslación a los precios solo se mitigaría en caso de que los subsidios a la demanda estimularan una reacción de la oferta, bien induciendo la construcción de nueva vivienda en alquiler, bien aumentando el mantenimiento o la calidad de la vivienda arrendada".

Medidas como la de Sánchez, suponen "una transferencia de recursos a los propietarios de los inmuebles arrendados. Estos potenciales procesos inflacionistas en los precios del alquiler causados por los subsidios se producirían, particularmente, en contextos en los que un fuerte crecimiento de la demanda provocara dinámicas alcistas de precios ante episodios de escasez de vivienda" insistía el organismo que preside ahora el exministro socialista, José Luis Escrivá.

Y es que, la evidencia empírica disponible muestra que la solución de Sánchez "tiende a generar efectos no deseados en otros segmentos del mercado del alquiler de vivienda". Por ejemplo, Susin (2002) documentó que, "en las 90 áreas metropolitanas de mayor tamaño de Estados Unidos el programa de cheques habría incrementado los alquileres, de media, en un 16%. Se estima, además, que el incremento de las rentas del alquiler habría provocado una transferencia de recursos a los propietarios de viviendas de baja calidad arrendadas que no se vieron afectadas por el programa de subsidios mayor que el ahorro de los receptores del subsidio, resultando el programa de ayudas en una pérdida neta agregada para los hogares con menor renta. La pérdida de bienestar podría ser incluso mayor si se consideran el coste administrativo del programa o las distorsiones creadas entre el conjunto de contribuyentes y potenciales beneficiarios del programa".

En el caso del Reino Unido, se estima que, a mediados de la década de los noventa, "entre un 60% y dos tercios de la reducción de los subsidios del programa de housing benefit a los nuevos solicitantes supuso una reducción de los precios del alquiler, revelando de ese modo que buena parte del subsidio se trasladaba a los propietarios". En la misma línea, Laferrère y Blanc (2004) y Fack (2006) muestran como en Francia "los subsidios directos al alquiler de vivienda también han tenido un efecto alcista en los precios de mercado y han supuesto, principalmente, un incremento de los ingresos de los propietarios de las viviendas arrendadas".

Además, teniendo en cuenta que los subsidios directos a la demanda para sufragar el alquiler suelen estar vinculados a no sobrepasar determinados niveles de renta por parte de los beneficiarios, surge otro efecto negativo, que es "el riesgo de que los inquilinos reduzcan los ingresos declarados para mantener el subsidio, así como la posibilidad de desincentivar la participación de los miembros del hogar en el mercado de trabajo, al enfrentarse los beneficiarios a elevados tipos marginales implícitos si incrementan sus rentas laborales y pierden el subsidio a la vivienda de alquiler" señala el informe. "La evidencia empírica muestra reducciones de la participación en el mercado de trabajo asociadas tanto al programa de cheques para el alquiler de vivienda de Estados Unidos [Jacob y Ludwig (2012)] como al programa housing benefit del Reino Unido [Bingley y Walker (2001)"], añadió el Banco de España.

En la misma línea ha ido Esade, que recoge numerosos estudios, algunos coincidentes con los del Banco de España, que demuestran el porcentaje de subvenciones, similares a la de Sánchez, capturadas por los caseros en diferentes países del mundo.

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"Si finalmente el subsidio es capturado en un porcentaje importante por los propietarios, que suelen gozar de una renta superior a la media, estaríamos ante un efecto distributivo final muy probablemente regresivo", señala Esade.

Otros aspectos negativos de este tipo de medidas es que el Ejecutivo solo dispensará el cheque durante un tiempo limitado, mientras que Sánchez ha establecido por ley que los alquileres duren cinco años forzosamente. Por tanto, una vez desaparezca la ayuda, los receptores del bono joven se encontrarán con serias dificultades para seguir pagando la renta. A esto hay que sumarle que esta subvención tributa en el IRPF, por lo que también pueden surgir desagradables sorpresas a sus receptores.

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