
Malas noticias para los contribuyentes españoles. Nuestros niveles de presión fiscal se sitúan, de acuerdo con la OCDE, en el 37,3% del PIB, rebasando en un 10% la cifra promedio alcanzada por las economías desarrolladas, donde esta misma rúbrica es del 33,9%.
Esto significa que las familias y empresas de nuestro país pagan 50.000 millones de lo que harían si el peso de impuestos y cotizaciones se equiparase con los estándares del mundo rico. Tal ahorro tributario (50.000 millones) sería el resultado de "armonizar" nuestra presión fiscal con la OCDE, es decir, situar el peso de impuestos y cotizaciones en el 33,9% del PIB que se observa, en promedio, en el mundo desarrollado, en vez de seguir en niveles del 37,3% del PIB, como acredita la organización con sede en París.
De acuerdo con el informe, la presión fiscal llegaba al 14,3% del PIB en 1965. Ese mismo año, la OCDE alcanzaba una presión fiscal del 24,9% del PIB. Sin embargo, en 1990 y 2000, España se situaba ya por delante de la media del mundo rico, con resultados del 31,5% y el 33% que superaban levemente los niveles del 30,9% y el 32,9% registrados en la OCDE. Hoy, el 37,3% imputado a nuestro país se sitúa un 10% por delante del 33,9% alcanzado, en promedio, en las economías desarrolladas.
El documento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico señala que España es, junto a Portugal y Luxemburgo, uno de los países donde más ha subido la presión fiscal durante los últimos trece años. El aumento ha sido tan acusado que hemos pasado del 31,3% al 37,3% del PIB en el periodo que va de 2010 a 2023.
En cambio, el documento "Estadísticas de ingresos" encuentra que Irlanda registró una notable caída en ese mismo periodo, pasando del 27,7% del PIB alcanzado en 2010 al 21,9% registrado en 2023. El caso del Tigre Celta es digno de mención, puesto que se trata del mayor descenso de la presión fiscal para el periodo analizado. En cualquier caso, el mismo periodo también revela una senda a la baja en Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, Hungría, Israel, Noruega, Suecia o Turquía.
Crecientes críticas a la política fiscal
En los últimos días se han publicado varios informes referidos al modelo impositivo español. El Instituto de Estudios Económicos sacó a la luz la última edición del Índice de Competitividad Fiscal, en el que nuestro país figura como el sexto por la cola en el ranking que mide la calidad de diseño de las normas tributarias. Por su parte, el Instituto Juan de Mariana publicó un estudio titulado "Populismo fiscal" en el que rastreó las 81 subidas de impuestos y cotizaciones que se han puesto en marcha desde que Pedro Sánchez gobierna en España.
El gobierno de Sánchez ha intentado sacar adelante 46 nuevas medidas recaudatorias de cara al ejercicio 2025. Las negociaciones entre PSOE, Sumar, Podemos y los distintos grupos separatistas que apoyan al Ejecutivo se han prolongado de manera aún incierta y, si bien parece seguro que el próximo año habrá nuevas subidas de impuestos, el "paquete fiscal" sigue sin concretarse de forma definitiva.