
Hoy en día, Argentina es el país que mejores noticias está dando en materia económica a nivel mundial. La gestión de Javier Milei, basada en la liberalización, la desregulación, la lucha contra la inflación, el equilibrio presupuestario y la reducción del gasto público y de los impuestos, está cosechando resultados sin precedentes.
Uno de los últimos milagros que ha obrado el Gobierno de Milei se ha producido en el mercado del alquiler. Tras su llegada a la Casa Rosada, el presidente liberal-libertario derogó la Ley de Alquileres de 2020 y permitió a caseros e inquilinos pactar libremente sus propios contratos de arrendamiento.
El fin de esta medida intervencionista ha sido un éxito. Y es que, los precios de los alquileres en Argentina han caído un 30% en un año, como explicó el propio Milei en su balance anual, mientras que la oferta ha subido de tal forma, que, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires se han disparado más de un 190% los pisos disponibles.
"La oferta aumentó en una semana"
Pero no solo el Ejecutivo argentino constata los buenos resultados de liberalizar los alquileres. Soledad Balayan, responsable de una inmobiliaria familiar en la Ciudad de Buenos Aires y experta en estadística inmobiliaria, explica los nefastos efectos de la Ley de Alquileres y el cambio en el mercado tras su desaparición.
"En plena pandemia, el Congreso argentino no tuvo mejor idea que ampliar de 2 a 3 años la duración de los contratos de alquiler, con ajustes por inflación que solo podían ser al año, sabiendo que en Argentina tenemos un problema crónico con la inflación. Además, impuso un índice de actualizaciones por debajo de la inflación. Era una ley muy intervencionista que hizo caer la inversión. Nadie pensaba en comprar para alquilar" recuerda.
Tras la victoria de Milei, una de sus primeras medidas de calado fue derogar esa Ley de Alquileres "dejando al mercado la libertad de generar contratos, libertad de plazo, de moneda y de todo tipo de acuerdos" cuenta la experta. Y se obró el milagro.
"Inmediatamente, empezamos a notar que la oferta empieza a aumentar de forma exponencial de una semana para otra. Los departamentos empiezan a competir, los inquilinos tienen mas fácil encontrar departamento y la oferta hace que no puedan ampliar mucho más lo precios iniciales" cuenta Balayan, que ha elaborado un gráfico demoledor, que muestra el boom de la oferta en el mercado del alquiler tradicional en Buenos Aires.
Así cerró el año 2024 la oferta de alquileres en Buenos Aires. pic.twitter.com/6Ypm3vMgLZ
— Soledad Balayan (@solebalayan) January 3, 2025
"Una cosa impresionante"
Como se observa en el gráfico anterior, con la Ley de Alquileres, muchos argentinos habían abandonado el alquiler tradicional para dedicarse al turístico, que tenía algunas ventajas, como "que sí se podía alquilar en dólares", cuenta la experta. Las similitudes con el caso español son indudables.
Ahora, la actitud y predisposición de los propietarios en Argentina frente al mercado de los arrendamientos "es una cosa impresionante" señala Balayan. "Pasaron del miedo y la frustración a lanzarse a alquilar. El precio lo marca el mercado, y si lo suben mucho, no lo alquilan porque hay muchos pisos y lo tienen que bajar" añade. "Argentina está siendo testigo de que regular el mercado genera restricción de oferta y subida de precios " insiste.
De este giro de 180 grados también da fe el constructor argentino Gabriel Redolfi, de MSR Inversiones. "Esta ley fue terrible. Nefasta para propietarios e inquilinos, que ambos quedaron inconformes. La ley provocó que no hubiera vivienda en alquiler. No había departamentos, no había casas, no había locales... " relata.
"Ahora, aumentó muchísimo la oferta de inmuebles y bajó los precios de golpe porque salieron al mercado muchas unidades que los propietarios estaban reteniendo porque no querían quedar atrapados en la Ley. Ahora, hay un clima de mayor confianza en la relación contractual entre el inquilino y el propietario" añade Redolfi.
"Un país que no invierte y no ahorra no crece"
Balayan también alude a otro de los problemas que se da en España: la desprotección del propietario frente a okupas e inquiokupas. Cabe recordar que el Ejecutivo de Sánchez ha prorrogado un año más la prohibición de los desahucios de personas consideradas por la Administración como "vulnerables".
"El mercado nuestro siempre tuvo el problema de que no hay desalojos express. Esa experiencia es devastadora para el propietario porque pierde el capital que ha invertido, muchas veces su inmueble queda destruido y no quieren volver a alquilar. El problema es la Justicia" lamenta la argentina. "No resguardar la propiedad privada genera malos incentivos para el futuro de la inversión. Si vos no ves resguardado tu capital y tu propiedad, no vas a invertir ni a ahorrar. Y un país que no invierte y no ahorra no crece" concluye.
"Los propietarios están demonizados en determinadas corrientes ideológicas, que creen que son unos capitalistas malvados que están explotando la necesidades de la gente" lamenta el constructor. "Ahora, pongo el ejemplo de los estudiantes de la Ciudad de Rosario, con 15.000 apartamentos alquilados para estudiantes, que son 300 edificios ocupados por estudiantes de afuera. ¿Dónde hubieran vivido esos estudiantes sin los inversores privados?" se pregunta. "El inversor privado invierte con su legítima ganancia, corre un riesgo y paga impuestos. No es un demonio, ni un delincuente ni un avaro" reivindica Redolfi.