Lo peor es que, por la paz, Rajoy tuviese al final "guerra y deshonor"; es decir que, por tratar de evitar una huelga general, sacase adelante una reforma laboral tan tardía como insuficiente que, para colmo, tampoco evite la preceptiva protesta sindical

Patronal y sindicatos quizá minusvaloraron a Rajoy y pensaron que no se iba a atrever a legislar en contra de lo que han pactado. No han tenido en cuenta que la gravedad de la situación es tal, que el Gobierno no tiene más remedio que hacer reformas

El nacionalismo catalán no ha sido el único implicado en aventuras de vuelo gallináceo. Los gobiernos regionales que no han dedicado sumas millonarias a montar aeropuertos fantasma, han regado con subvenciones a líneas aéreas de bajo coste

Hasta los bolsillos del catalanista más furibundo tienen un límite y, en cuanto al visionario proyecto de convertir a El Prat en un hub internacional, el límite se alcanzó el pasado viernes

Si los ricos tuvieran que pagar más por los medicamentos, por ejemplo, el mismo razonamiento podría aplicarse a muchos otros pagos, oficiales o no, públicos o privados, que no distinguen entre los ciudadanos

Mucho peor que el cierre de Spanair, por otra parte inevitable, hubiera sido el mantenimiento artificial de su funcionamiento con unos recursos públicos que la Generalidad ya no tiene para financiar servicios esenciales.

Si nuestras comunidades autónomas regresaran a los niveles de gasto de 2006, su déficit público –ése cuya desviación presuntamente ha justificado colocar el IRPF a los niveles más elevados de Europa– desaparecería.

Si la principal solución que se le ocurre al Gobierno para reducir el paro es la puesta en marcha de un Plan E con fondos europeos, el camino hacia un desastre laboral sin precedentes queda completamente despejado

Se trata de olvidar lo que se ha hecho hasta ahora, cómo se ha hecho y quiénes han sido sus protagonistas, para que se diseñe una reforma laboral omnicomprensiva