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Jesús Colmenares

Los tipos bajarán a partir de enero

Después de dos años de subidas de tipos de interés para combatir la inflación, los principales bancos centrales del mundo han cambiado su punto de vista ante la sospecha de que el aterrizaje suave de la economía necesitará el apoyo de menores costes del crédito en el año 2001.

La Reserva Federal sorprendió a los mercados a mediados de diciembre al cambiar su prioridad, porque ahora la debilidad económica supone mayor peligro que la inflación. Los contratos de futuros sobre el euro sugieren que el Banco Central Europeo va a seguir la misma vía y posiblemente empezará a recortar sus tipos de interés en junio, mientras que el Banco de Japón acaba de anunciar que la anémica recuperación de la economia se ha agravado aún más.

El cambio de actitud responde, con retraso, a la fuerte subida del precio del petróleo, que llegó a triplicarse hasta 37,73 dólares por barril en septiembre, y que ahora está el 25 por ciento más caro que a principios de 1999. El fuerte descenso de las Bolsas en todo el mundo ha colmado el vaso de la desconfianza de los consumidores, mientras las empresas de cada país y de cada continente están pagando la factura en primer lugar y sus indices de ventas de están desinflando. El cambio de tendencia pondría fin a un largo período de subidas de tipos de interés que empezó en junio de 1999, con seis subidas por parte del banco central de Estados Unidos, la Fed, y otras siete por parte del BCE, para enfriar el ritmo de crecimiento, que llegó a alcanzar el máximo del 8,3 por ciento en Estados Unidos.

El frenazo de la economía se va notar sobre todo en Estados Unidos, donde el producto interior bruto (PIB) del cuarto trimestre va a subir el 2,7 por ciento: la tercera parte de lo que subió el año anterior y el peor comportamiento trimestral en nueve años. Pero en la Europa del euro, la inflación sigue siendo el principal enemigo, y el BCE tardará en seguir la senda de su homologo norteamericano hasta no ver más clara la situación. Los expertos económicos ven por lo tanto una rebaja del tipo de interés en Estados Unidos en enero, mientras que Wim Duisenberg, el presidente del banco central de los once países del euro, tardaría algo más, pero mantendrá sin cambios los tipos en el ínterin.

En la zona euro también se está notando el menor ritmo de crecimiento económico, aunque no tanto como en Norteamérica, y la desaceleración se ha confirmado desde las fuertes subidas de mediados de 2000. El crecimiento económico de la zona euro fue del 3,4 por ciento en el tercer trimestre de 2000, frente al mismo período del año anterior, a la baja frente al 3,7 por ciento del segundo trimestre y con perspectivas de seguir bajando en el futuro.

Un buen indicador es el índice IFO de confianza en la economía alemana que se publica cada mes y que en diciembre se apuntó su sexta caída consecutiva. En Europa tenemos el consuelo de que están pendientes los regalos de algunos gobiernos, que han prometido estímulos fiscales y descensos de impuestos. Alemania, Francia e Italia ya lo han hecho, y el gobierno Aznar promete hacerlo pronto.

Fuera de la zona euro, el Reino Unido ha presentado un presupuesto con mayor gasto público y promesa de próximos descensos de impuestos. Esta tendencia ya se está empezando a notar en el mercado de divisas, donde el euro está recuperando parte del 20 por ciento de las pérdidas registradas frente al dólar, porque los agentes económicos apuestan por un mayor descenso de los tipos de interés en Estados Unidos que en Europa.
Incluso el Banco de Japón tendrá que considerar este cambio de ciclo en la economía mundial y, aunque difícilmente bajará el tipo de interés diario que está en 0,25 puntos, sí que podría aumentar la masa monetaria para impulsar el mayor gasto de las familias y las empresas.

La caída de tipos es inminente en el resto de las zonas monetarias mundiales: tanto en el Reino Unido, Canadá, Hong Kong, Australia y Corea del Sur, el cambio de ciclo llegará antes o después. Los inversores estaremos atentos para comprobar si se cumple el dicho que asegura que, cuando bajan los tipos de interés, sube la Bolsa: aviso a los navegantes.

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