Podemos ha mostrado en el Congreso su preocupación por la expansión de la energía renovable fotovoltaica. La formación morada considera a la construcción de este tipo de proyectos como un "boom descontrolado" y lo ha comparado con la burbuja inmobiliaria.
Del mismo modo, Podemos ha exigido un mayor control sobre la planificación de estos proyectos que ya no son sostenibles, sino que pueden ser "depredadores del entorno".
Esta postura se ha plasmado en una proposición no de ley registrada en la Cámara Baja en la que el grupo pide revisar el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para que recoja mecanismos de planificación territorial sometidos a evaluación ambiental. Además, la formación ha indicado que actualmente hay 101.000 proyectos con permisos de acceso, tres veces más del objetivo fijado por el PNIEC.
Comparan la fotovoltaica con la burbuja inmobiliaria
Desde el grupo recuerdan cómo "la burbuja inmobiliaria ya puso el territorio al servicio de los intereses económicos de una minoría" y que hoy todavía se pagan "las consecuencias de tanta desmesura": "En la actualidad, asistimos preocupados a cómo aquella burbuja cambia chalés por placas solares, pero con prácticas muy parecidas", explican, criticando la falta de control por parte de las administraciones.
En este sentido, denuncian una multiplicación de proyectos, "superpuestos y redundantes" en ocasiones, promovidos por pocas empresas, a veces invadiendo zonas con presencia de especies amenazadas. Además, indican que algunas poblaciones cuentan con proyectos que duplican y hasta triplican las dimensiones de su casco urbano.
Esta crítica a la energía fotovoltaica sorprende especialmente por venir de una formación que históricamente ha defendido sin reparos todo tipo de producción renovable. De hecho, Podemos contempla en su programa electoral "alcanzar el 100 % de la producción de fuentes renovables en 2040", lo que se antoja difícil de lograr si no se produce un despliegue masivo de proyectos fotovoltaicos y otras tecnologías "verdes".
Como viene advirtiendo Libre Mercado, la fiebre por la energía fotovoltaica puede llevar a muchos usuarios a tomar decisiones erróneas en cuanto a su instalación. En muchos casos, incentivadas por las subvenciones ofrecidas por el Gobierno. En este sentido, el consumidor debe ser consciente de que la energía producida por este medio y no consumida en el momento se regala a las compañías eléctricas.