La economía y la energía han vuelto a ser protagonistas en el discurso que ha dado Alberto Núñez Feijóo durante su participación en Avanza, el Foro que ha organizado este viernes la Empresa Familiar de la Región de Murcia. Y no es para menos.
El presidente del PP ha criticado que el Gobierno aborde la energía desde la ideología y no desde la tecnología y ha alertado de que Pedro Sánchez y Teresa Ribera quieren prescindir de las térmicas y las nucleares (que generan el 34% de nuestra energía) sin tener otras alternativas de producción.
Y es que, como ya ha publicado Libre Mercado en numerosas ocasiones, la guerra a las nucleares del Ejecutivo social-comunista puede poner a España en serios apuros energéticos, ya que cuando no hay sol o hace poco viento, España tiene que quemar más gas, una materia prima con un precio que está en récords históricos y que no es tan limpia como la demonizada nuclear.
Esta realidad, no es más que otra evidencia que echa por tierra las obsesivas pretensiones ecologistas del Gobierno de Sánchez de imponer las energías renovables sin una alternativa tecnológica que las respalde. Por ejemplo, en verano ha habido días que cerca del 40% de la energía que se generaba en nuestro país procedía de las centrales de ciclo combinado (gas) porque la eólica apenas llegaba al 4%. Hoy viernes, es cierto que la eólica supera el 20%, lo que demuestra que la naturaleza es difícilmente controlable por mucho que se empeñen los políticos.
Hoy por hoy, que un país pretenda suministrarse sólo de la solar y la eólica no es posible. La razón es que esta energía no se acumula: la capacidad de los acumuladores únicamente llega al 1,08% del consumo nacional. Esto significa que sin viento y de noche, deberían apagarse el 99% de los hospitales, casas, semáforos, calles…
El sol y el viento necesitan una energía de respaldo para aquellos momentos en los que ninguna de las dos está operativa: de noche o sin viento. Evidentemente, en esos momentos, una nuclear no pararía.
Deflactar el IRPF
Además, el presidente del PP ha calificado la política económica del Ejecutivo de "regresiva" y "en contra de los que peor lo están pasando" al negarse a deflactar el IRPF tras haber recaudado 22.300 millones de euros de más en impuestos.
También ha alertado sobre el "especial desorden" de las finanzas públicas de España que ha aumentado su deuda pública en 320.000 millones de euros desde el 2018, a razón de 210 millones diarios