El Gobierno dio este martes la estocada definitiva al almacén nuclear de Villar de Cañas, el proyecto que iba a albergar el combustible gastado de las centrales nucleares españolas hasta su almacenamiento en un lugar definitivo. La última versión del Plan de Residuos Radiactivos que dio a conocer el ministerio de Transición Ecológica confirmó lo que era un secreto a voces: el Ejecutivo de Sánchez prefiere en lugar del almacén único que recomiendan los expertos la construcción de siete, uno por central. Así lo ha puesto ahora sobre el papel, enterrando un proyecto que nació en 2006 por mandato del Congreso y empezó a morir tras años de retrasos y la llegada de Pedro Sánchez al poder.
La noticia ha sido un "mazazo" para Villar de Cañas, la pequeña localidad de Cuenca que decidió optar a albergar el almacén y que resultó elegida en 2011. Tras años de espera y enfrentamientos judiciales con Emiliano García Page, que desde su llegada al poder en Castilla-La Mancha se convirtió en el gran enemigo del proyecto, el Ayuntamiento ve ahora cómo las miles de horas de estudios, las primeras obras y las esperanzas de muchos vecinos han sido enterradas por el Ejecutivo al descartar definitivamente esta solución para los residuos nucleares.
En un bando, el consistorio dice que "seguirá defendiendo a sus vecinos". "No dejaremos que decisiones electoralistas e injustas como éstas recrudezcan el abandono de nuestra provincia y de nuestro pueblo por quienes debían atraer inversiones en lugar de arrebatar las que ya estaban aprobadas", señala.
El ayuntamiento tacha la decisión de "injustificable" y la atribuye a "intereses políticos". "La lucha contra la despoblación siempre ha sido nuestro camino, y esta inversión es el remedio más eficaz", dice tras aludir al "futuro de esperanza e ilusión" que les abrió ser receptores "de la inversión estatal más importante en la provincia".
"Sectarismo absoluto" del Gobierno
Fuentes del consistorio señalan a LD que no pierden la esperanza ante una medida que aún no es definitiva pues quedan trámites hasta su aprobación final. Están empezando a trabajar ya en sus recursos y recurrirán "a todas las instancias posibles", dice un pueblo que ya batalló largamente contra Page y su intento de declarar protegidos los terrenos donde se iba a levantar el almacén.
Sobre el "no" al ATC, afirman que es "una barbaridad y dejar los problemas al que venga". "La arbitrariedad y el abuso de poder siempre caen como un mazazo", cuentan. Lo ven muestra "del sectarismo absoluto de este gobierno" y recuerdan que no hay razones técnicas para rechazar el almacén. El plan recién aprobado señala que se toma la decisión de los siete almacenes, la opción más cara, ante "las dificultades que se plantean para lograr el necesario grado de consenso social, político e institucional para la construcción de una instalación de esta naturaleza".
"Victoria" para Page, "tragedia" para el PP
Mientras desde el consistorio señalan que el Gobierno les ha quitado esta inversión "por un capricho de Page", el presidente castellano-manchego ha celebrado como una victoria el carpetazo al ATC y las inversiones que traería a la región. Se ha conseguido "desterrar el cementerio nuclear", dijo el socialista en un acto de partido en Toledo, afirmando que el proyecto estaba mal "planteado" y avanzando que habrá "basura" cuando se conozcan "todos los que intermediaron en el negocio".
Desde el PP, mientras, siguen respaldando el proyecto: el líder del partido en la región, Paco Núñez, ha calificado de "tragedia" que "no se vaya a hacer ni esta inversión ni ninguna de las que ha prometido" Page en estos años.
El plan energético de los populares contempla, además de alargar la vida de las centrales nucleares, la construcción del silo, algo a lo que se aferran en Villar de Cañas: "Confiamos y deseamos un cambio de gobierno y si ocurriera también en Castilla–La Mancha, mejor".