En 2021, China volvió a revalidar su posición como país más contaminante del mundo aumentando todavía más las emisiones de CO2 a la atmosfera. De hecho, estas emisiones subieron un 4,34% con respecto a 2020, tal y como señalan en Datos Macro. Algo que hizo que las emisiones de dióxido de carbono per cápita se situaran en las 8,73 toneladas. Al cierre del año, el gigante asiático terminó con más de 12.000 millones de toneladas de CO2 emitidas, lo que supone el triple que Estados Unidos y 54 veces más que España.
Ahora, para tapar los problemas de contaminación, China ha anunciado la creación de un sorprendente molino eólico marino, que se ha convertido en el más grande del mundo. Sus aspas miden nada más y nada menos que 128 metros cada una y consiguen barrer una superficie de 53.000 metros cuadrados, lo que supondría siete campos de fútbol, según el fabricante, CSSC Haizhuang, este monstruo eólico.
El molino se enmarca dentro del proyecto de China para ostentar el parque eólico marino más grande del mundo. Para ello, se construirá una gigante instalación en el Estrecho de Taiwán que ocupará 10 kilómetros de largo para instalar este tipo de turbinas.
Sin embargo, nada de esto parece ser suficiente, al menos por el momento. En 2021 el país ya se colgó el récord de haber superado los 300 millones de kilovatios generados por la energía eólica marina, y aun así siguió disparando las emisiones de CO2 hasta máximos históricos. Si bien es cierto de que el gigante asiático produce el doble de energía eólica marina que la Unión Europea y tres veces más que los Estados Unidos, no está siendo suficiente para reducir los niveles de contaminación.