Menú

Las grietas en el discurso anti-empresarial del Gobierno: aparecen dos versos sueltos

Luis Planas, titular de Agricultura, defiende a Juan Roig mientras el número dos de Calviño niega que los márgenes empresariales estén disparándose.

Luis Planas, titular de Agricultura, defiende a Juan Roig mientras el número dos de Calviño niega que los márgenes empresariales estén disparándose.
Luis Planas y Gonzalo García Andrés | LM

El gobierno de Pedro Sánchez no ha ahorrado en ataques y críticas a los empresarios españoles, a quienes culpa de hacer caja con la crisis inflacionista. Nadia Calviño, responsable de Asuntos Económicos, suele emplear un tono más amable, pero no duda en amenazar con imponer sanciones a través de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia. María Jesús Montero, titular de Hacienda, cultiva una retórica más inflamada y ha llegado a afirmar que ciertas empresas y medios de comunicación pretenden "derribar al gobierno".

Sin embargo, pese a la triste deriva que se aprecia en estos dirigentes socialistas, lo cierto es que los ministros más radicales son claramente los que fueron propuestos por Podemos. Así, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, señala a las empresas de "llenarse los bolsillos" con la inflación, mientras que la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, tilda a empresarios como Juan Roig de "capitalistas despiadados". Alberto Garzón, responsable de Consumo, va en la misma línea y ha lanzado todo tipo de campañas contra diversas ramas de la producción, caso por ejemplo de las empresas cárnicas.

Sánchez no solo no desautoriza a estos ministros, sino que los mantiene en sus respectivos asientos en el Consejo de Gobierno. De hecho, el mandatario no duda en exigir a las empresas que contengan sus ganancias, que suban los salarios o que paguen más impuestos, a pesar de que los beneficios están por debajo de los niveles de 2019, los nuevos convenios ya están elevando la retribución de los trabajadores y la recaudación fiscal está en máximos históricos. Nada de esto le basta a Sánchez, quien ha llegado a vincular al empresariado español con los "poderes ocultos" que estarían conspirando en su contra.

Precisamente porque la retórica anti-capitalista es tan intensa en las filas del gobierno, resulta llamativo que el ministro de Agricultura, Luis Planas, se haya pronunciado abiertamente en contra de las vergonzosas palabras que dedicó Ione Belarra a Juan Roig. Así, en el marco de una entrevista con el programa matinal de la televisión autonómica valenciana Á Punt, Luis Planas ha manifestado lo siguiente:

"Es injusto hacer críticas a una empresa o a un empresario personalmente, porque el problema de la inflación y del precio de los alimentos es un problema general, que afecta a toda la sociedad, a España y a la Unión Europeas. Estas manifestaciones me parecen injustificadas. El sector y la cadena alimentaria funcionan muy bien y no podemos hacer política hablando de personas y actitudes en relación con la actividad profesional e cada uno. El problema de la subida de los costes con el que lidian los productores de alimentos tiene que ver con el aumento que a su vez se ha producido en los precios de los cereales, la gasolina, los fertilizantes… Esto ha tenido incidencia directa en el sector, pero no ha propiciado un aumento en los márgenes empresariales. Por este motivo, tampoco tiene sentido implementar un tope al precio de los alimentos, sino que debemos aprobar medidas eficaces de apoyo a las familias, como el cheque de 200 euros o la rebaja del IVA,".

Aunque lleva la cartera de ministro de Agricultura desde 2018, Luis Planas, sigue siendo un gran desconocido para muchos españoles. Las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas señalan que menos de un tercio de la población adulta sabe de su existencia. Probablemente ese perfil público tan bajo explica el escaso eco que han tenido sus declaraciones.

Sin embargo, es muy llamativo que sea precisamente el ministro que mejor conoce la realidad de los productores agrícolas quien desmonte la retórica anti-empresarial que vienen enarbolando muchos de sus compañeros en el Consejo de Ministros, quienes no dudan en insistir que la crisis inflacionista se estaría dando por una subida en las ganancias empresariales, ignorando la cruda realidad que arrojan los datos.

Planas no es el único verso suelto, porque también el Secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, ha concedido diversas entrevistas en las que ha negado que la crisis inflacionista esté favoreciendo un crecimiento extraordinario de los márgenes empresariales, sino todo lo contrario. Así, el pasado mes de septiembre afirmó en declaraciones a El Economista que "no hay evidencia de que la distribución esté aumentando sus beneficios". Más recientemente, volvió a trasladar a este diario que "los márgenes se están recuperando, lo que indica que los precios podrían crecer más que los costes, pero en ningún caso estamos por encima del nivel previo a la pandemia".

De modo que, si bien la retórica del gobierno sigue insistiendo en ligar la subida generalizada de los precios a un supuesto ensanchamiento de los márgenes de las empresas, algunos altos cargos del Ejecutivo empiezan a desmarcarse de la propaganda y reconocen que, a la vista de las cifras, lo que está pasando es algo muy distinto y, si los precios suben, es porque los costes de producción también lo están haciendo.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios