Pedro Sánchez aseguró que sus ayudas energéticas evitarían el impacto en los hogares de la escalada del gas natural, de los carburantes y de la factura de la luz. Y nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que los datos de la Agencia Tributaria reflejan que el coste total de las ayudas energéticas en 2022 asciende a 6.636 millones de euros. Y, por el contrario, la escalada fiscal provocada por los precios y la decisión del mismo Sánchez de no deflactar el IRPF ni rebajar de forma sensible el IVA ha llevado a que todos los españoles hayan pagado en 2022 más de 32.000 millones adicionales a los ya sacados de sus bolsillos en 2021.
Los informes de recaudación de la Agencia Tributaria recién registrados incluyen las cifras del último capítulo de saqueo fiscal de Pedro Sánchez. Y los números oficiales desvelan todo un timo en materia de –supuesta y totalmente falsa– protección social en materia energética.
En 2022, la Hacienda socialista nacional recaudó en impuestos nada menos que 255.463 millones. Y eso significa que todos los españoles —personas físicas o jurídicas— han pagado el pasado año un total de 32.078 millones de euros más que en el ejercicio anterior.
¿Y cuánto ha sido el importe total de las ayudas del Gobierno de Sánchez para ayudar a los hogares a combatir la crisis energética? Pues 6.636. Traducido: el saqueo fiscal adicional en 2022 motivado por las decisiones de no actualizar con la inflación el IRPF y negarse a rebajas significativas de cualquier tributo ha provocado que el saqueo tributario extra a los españoles multiplique más que por cinco el nivel de las ayudas sociales energéticas.
Las cifras del saqueo
Hacienda explica en su informe que "como ya sucedió en 2021, las medidas con mayor impacto sobre la recaudación en 2022 fueron las dirigidas a atenuar la subida de los precios de la electricidad y el gas. En conjunto esas medidas supusieron la pérdida de 6.636 millones". Hacienda le llama "pérdida" desde su óptica, obviamente. "De nuevo hay que recordar que este es el efecto diferencial con respecto a 2021. Si se suman los impactos de 2021 y 2022 para tener la reducción de ingresos en un año natural, el resultado sería de 8.241 millones (esta cifra no es el impacto completo de todas las medidas aprobadas en 2021 y 2022 porque en algún caso no han transcurrido doce meses desde que se pusieron en marcha)". En cualquier caso, ni tomando los dos años se alcanza un nivel de ayudas ni mínimamente equiparable a la pérdida de poder adquisitivo de los hogares y empresas por culpa de la política fiscal del Gobierno.
"La mayor pérdida se produjo por la supresión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (3.399 millones). En 2021 ya estaba en suspenso el impuesto, primero en el tercer trimestre y más tarde en el cuarto, aunque en la recaudación de caja solo se notó en el ingreso del tercero en noviembre (el cuarto se tendría que haber ingresado ya en 2022)", explica la Agencia Tributaria (AEAT).
Y es que todo ello debe ser comparado con el aumento recaudatorio provocado por el mismo Gobierno que anunció las ayudas energéticas. La AEAT responde: "Los ingresos por IRPF crecieron en 2022 un 15,8% (un 16,2% en términos homogéneos)". Es más, "los ingresos del Impuesto sobre Sociedades crecieron un 20,8%. En términos homogéneos, el crecimiento de los ingresos fue del 15,2%". Además, "en 2022, los ingresos en el IVA crecieron un 13,9%. En suma, los ingresos homogéneos (en los que se corrigen también los distintos ritmos de realización de las devoluciones en 2021 y 2022) aumentaron un 17,3% y si, además, se suman los ingresos adicionales perdidos por la reducción de tipos en los consumos de electricidad y gas, el crecimiento asciende hasta el 19,4%".