Podemos copia a Chávez y propone un supermercado público mientras compara a Juan Roig con un "capo" de la mafia

Tras las últimas propuestas radicales de Podemos como crear un "Glovo público" o un impuestazo a los que compren una casa para rehabilitarla y venderla en menos de dos años, el partido ha aumentado su puja por el intervencionismo con una maniobra extraída directamente de Venezuela: una cadena de supermercados públicos.

Relacionado

• Podemos quiere responsabilizar de los incendios a ganaderos y agricultores tras quitarles el medio de control del fuego
• Podemos promete una "Empresa municipal de los Cuidados": "Tenemos derecho a ir a la peluquería"
• Podemos vuelve a la carga para perseguir penalmente a los supermercados
• El Gobierno dice que compramos menos en el súper porque vamos más de restaurantes

La idea fue anunciada ayer, domingo, durante una jornada sobre sectores estratégicos en Cáceres por Ione Belarra. "Lo que necesitamos es una cadena publica de supermercados que se llame "Precios Justos". Frase que evoca a una noticia que este mismo medio publicó en el año 2010 en la que se relataba el mercado estatal que se puso en marcha en Venezuela por parte de Hugo Chávez y que dejó al pueblo sin alimentos básicos.

Chávez, utilizando un discurso exactamente igual que Podemos, prometía en aquella ocasión "precios justos, eliminando la plusvalía capitalista" y declaraba que "ya todo esto no es propiedad privada, es propiedad de todos, es propiedad social, el Estado social administra la propiedad social", haciendo referencia a un local que había pertenecido a una línea de seis tiendas llamada Éxito.

Y por si quedara alguna duda de que el partido morado está siguiendo una línea completamente chavista, Belarra continúa su discurso arremetiendo contra los empresarios y culpándoles de la inflación. Y es que, según ella, el objetivo de ese nuevo supermercado público es "que baje los precios de los alimentos, que nos permita proteger a los pequeños y medianos productores agrícolas y ganaderos y, sobre todo, que nos permita mirarle de frente al oligopolio alimentario". Al escuchar esas palabras llama la atención que no haya tenido tiempo hasta ahora para proteger a ese sector, pues son precisamente los agricultores los que más critican políticas que provienen de ministerios como el de Belarra. Así lo hemos visto en reiteradas manifestaciones que protestaban en contra de las "leyes radicales, animalistas y ecologistas".

Pero Belarra prefiere poner el foco sobre el sector privado y, concretamente, sobre Juan Roig, dueño de Mercadona, al que compara con los jefes de las mafias. "Hay que decirlo claro. En este país hay un oligopolio alimentario y el capo que esta al frente es el señor Juan Roig que tiene un 25% de cuota de mercado y están utilizando esa cuota de mercado para hacer pagar a la gente precios que no se pueden pagar". Continúa, por tanto, la criminalización del sector privado que Podemos lleva tiempo perpetrando públicamente.

Pablo Echenique, en consonancia con la líder de su partido, utilizó sus redes sociales para continuar el acoso sobre Roig a la vez que anunciaba con un cartel ese supermercado llamado "Precios Justos". Lo que Echenique no tiene en cuenta es que tanto él como sus compañeros no tienen por qué esperar a ganar unas elecciones para fundar una cadena de tiendas sino que pueden empezar ahora mismo invirtiendo con su propio capital de la misma forma que hizo la persona que están poniendo en el punto de mira.

Las reacciones

Ante la nueva propuesta chavista de Podemos numerosos usuarios de Twitter mostraron su indignación y profundo rechazo por estas políticas que han llevado a tantos países al fracaso. Así lo hizo Sergio Brabezo quien quiso recordar las consecuencias de estas ideologías con un video muy ilustrativo.

Adrián Mora, conocido por regentar la cuenta "Economía y libertad", quiso recordar lo incompatibles que son los objetivos que el partido morado se ha marcado y que, de conseguirse, convertirían al supermercado público en una máquina de despilfarro de gasto público.

Jordi Sabaté Pons, conocido activista por los derechos de los pacientes con ELA, advierte que de tener que mantener una empresa con constantes pérdidas no habría más remedio que subir impuestos, que al final pagan los de siempre.

Estas reacciones muestran como la población ya no compra esas medidas intervencionistas que llevan tanto tiempo arruinando numerosos países. Los constantes ataques de la izquierda a los que generan riqueza y empleo y las peleas que mantienen por ver quien propone la política más radical es algo cada vez más rechazado por una población que busca prosperidad y estabilidad en un contexto en el que cada vez parece haber menores oportunidades.