Planificación total. Hasta del suelo y sus mediciones de carbono. Se trata de la nueva era agrícola que prepara la UE. Todo bajo el argumento de la supuesta salvación del planeta. Eso sí, sus normas amenazan con asfixiar aún más al campo.
La Comisión Europea se prepara para una nueva vuelta de tuerca. En una de sus últimas comunicaciones ha anunciado la inversión de "90 millones de euros en 17 nuevos proyectos de investigación que contribuyan a la misión de la UE: "Un acuerdo sobre el suelo para Europa". Hasta ahí aparentemente, nada fuera del común derroche de fondos comunitarios. Pero el texto de la comunicación avanza que "estos proyectos trabajarán en la restauración y protección de la salud del suelo para la producción sostenible de alimentos saludables, la protección de la biodiversidad, la creación de la resiliencia climática y la contribución a los objetivos del Pacto Verde Europeo".
¿Y qué líneas de actuación se exigirán? Pues las que ya abanderan la nueva era del campo en la UE. La "restauración y protección de la salud del suelo para 2030" O, más en concreto, "crear un repositorio de conocimientos y datos para integrar el conocimiento de investigación e innovación sobre el suelo y la salud del suelo"; "reducir los residuos de procesamiento de alimentos y valorar los residuos para producir y probar mejoras en suelos orgánicos y productos fertilizantes"; diseño de "indicadores para medir la biodiversidad del suelo y los servicios ecosistémicos (por ejemplo, agroecosistemas y ecosistemas forestales)"; "proporcionar herramientas y métodos para identificar las fuentes de contaminación del suelo y mejorar la implementación de una gestión sostenible de la tierra rentable en las zonas urbanas y rurales"; "promover la implementación de la agricultura de carbono, la estandarización de la metodología y los mecanismos de certificación para la contabilidad del carbono en el suelo"; o, sólo por mencionar alguna línea prioritaria más, "desarrollar un marco para supervisar, informar y verificar los esfuerzos de los administradores de tierras para secuestrar el dióxido de carbono y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero".
En resumen, todo un esquema de control del suelo de los agricultores que recuerda más al intervencionismo de las políticas comunistas de Lenin o Stalin que a lo esperable en una economía libre de mercado.
La comunicación, de hecho, destaca que el "fondo" del plan se basa en "el marco del programa Horizonte Europa para los años 2021-2027", un acuerdo sobre el suelo para Europa cuyo objetivo "es liderar la transición para restaurar y proteger los suelos para 2030. Lo hará estableciendo una red efectiva de 100 laboratorios y faros vivos, financiando un ambicioso programa de investigación e innovación con un fuerte componente de ciencias sociales, desarrollando un marco armonizado para el monitoreo del suelo en Europa y sensibilizando a la gente sobre la importancia vital del suelo". Control del suelo pleno.
"Junto con la Estrategia del Suelo de la UE, la propuesta de Directiva sobre Monitoreo y Resiliencia del Suelo (Ley de Monitoreo del Suelo), el Observatorio del Suelo de la UE (EUSO), la Política Agrícola Común (PAC) y otros desarrollos de políticas", esta "misión forma parte de un marco eficaz para cumplir con las ambiciones del Pacto Verde. Estas acciones desempeñan un papel clave en la protección de la biodiversidad, el logro de alimentos y agua saludables, y el aumento de la resiliencia frente a los desastres naturales como los incendios forestales y las inundaciones", subraya la UE.