El Gobierno de Pedro Sánchez ha tenido que darse prisa en tapar boquetes. Con una Seguridad Social que ha más que triplicado su deuda en la última etapa de Gobierno del PSOE -supera ya los 106.000 millones de deuda-, el Ejecutivo socialista y comunista ha comenzado a parchear con una lluvia de millones los boquetes detectados en el pago previsto de las prestaciones sociales estrella.
Así, sólo en una semana, se han autorizado aplicaciones del Fondo de Contingencia por 240 millones de euros para poder pagar las pensiones de las clases pasivas y otros 309 millones para las prestaciones no contributivas en materia de asistencia familiar de la Seguridad Social.
Primero un acuerdo "por el que se autoriza la aplicación del Fondo de Contingencia para financiar el déficit previsto para el pago de pensiones de Clases Pasivas, por un importe de 240.000.000 de euros". Y acto seguido un segundo acuerdo "por el que se autoriza la aplicación del Fondo de Contingencia por un importe de 309.472.038,46 euros y la concesión de un suplemento de crédito en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para garantizar la prestación económica no contributiva para la protección familiar de la Seguridad Social y sus gastos de gestión".
Ha llegado la lluvia de créditos extraordinarios porque la Seguridad Social no da más de sí.
Las prestaciones familiares y su financiación están reguladas en los artículos 109 y 351 a 362 del Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, de la Ley General de la Seguridad Social.
El artículo 109.2 de esa norma señala que "la acción protectora de la Seguridad Social, en su modalidad no contributiva y universal, se financiará mediante aportaciones del Estado al presupuesto de la Seguridad Social, con excepción de las prestaciones y servicios de asistencia sanitaria de la Seguridad Social y servicios sociales cuya gestión se halle transferida a las comunidades autónomas". Es decir, que, como hay agujeros, entra el Estado a parchear con dinero sacado de los mismos bolsillos, de los mismos contribuyentes, pero bajo la forma oficial de impuestos, en vez de cotizaciones sociales.
Y, por eso, se ha decidido evitar el impago con esta inyección adicional en las distintas materias: "Una asignación económica por cada hijo mayor o menor de 18 años y cierto grado de discapacidad, así como por los menores a su cargo en régimen de acogimiento familiar permanente o guarda con fines de adopción, que cumplan determinados requisitos". También para la "prestación económica de pago único a tanto alzado por nacimiento o adopción de hijo, en supuestos de familias numerosas, monoparentales y en los casos de madres o padres con discapacidad". Igualmente en la "prestación económica de pago único por parto o adopción múltiples·.
Pero todo ello va a una lista de deuda que no deja de crecer con Sánchez. En concreto, se ha disparado en un importe de 375.000 millones desde su llegada. Y todo ello para amasar ya un montante total de 1,578 billones de euros en concepto de deuda pública.
Las cifras son escandalosas incluso en periodos más cortos. Y es que en plazos de un mes la Administración Central ha sido capaz de disparar sus números rojos en más de 15.000 millones. Y, en el caso de la deuda de la Seguridad Social, el volumen total asciende ya hasta 106.172 millones, con datos de crecimiento interanual de casi 7.000 millones -6.980 millones, en concreto-.