El Consejo de la Unión Europea ha votado esta semana a favor de prohibir definitivamente todos los equipos de refrigeración, aires acondicionados y bombas de calor que funcionen con gases fluorados. Para entender cómo va a afectar esta medida a los fabricantes, instaladores, empresas y particulares, Libertad Digital se ha puesto en contacto con la presidenta de la Asociación de Empresas del Frío y sus Tecnologías (AEFYT), Susana Rodríguez Jiménez.
En primer lugar, Rodríguez explica que el sector es consciente de esta reforma del reglamento desde hace más de un año. "Sabíamos que iba a pasar. Esto era la crónica de una muerte anunciada y las asociaciones y colectivos hemos intentado por todos los medios que fuese una transición mucho más amable". De hecho, la normativa europea F-Gas ya había ido reduciendo significativamente desde hace años el uso de gases fluorados de alto PCA (Potencial de Calentamiento Atmosférico), es decir, lo que tienen emisiones más nocivas para el medio ambiente.
A pesar de todo, en lo referente a los equipos de refrigeración (neveras, arcones, frigoríficos...), Rodríguez señala que el sector tendrá que "correr" para dar una solución tecnológica "fiable y definitiva" a los clientes que utilizan este tipo de gases en su negocio. Y el problema puede ser especialmente grave para los supermercados y demás usuarios de instalaciones de refrigeración comercial ya que aproximadamente el 80% de ellos sigue utilizando gases fluorados de alto PCA, según explica Rodríguez.
Supermercados, los grandes perjudicados
Todo empieza con los fabricantes de equipos de refrigeración. Rodríguez explica que "están muy preparados" para proporcionar una alternativa a los gases fluorados con otro tipo de refrigerantes naturales. "Ahora les toca intentar que la tecnología avance lo máximo posible para poder implantarla cuanto antes en instalaciones existentes sin que suponga una debacle en la inversión".
Los fabricantes tienen además otros dos retos: hay que formar a los instaladores y, además, deben "intentar abaratar la implementación de esa tecnología" que, al ser más ecológica y eficiente por imperativo de la UE, también es mucho más cara.
"Es complicado, porque en España, mientras que el sector industrial ya suele funcionar con refrigerantes naturales, más del 80% de los supermercados todavía utilizan refrigerantes de alto PCA", explica Rodríguez. "Además de tener que afrontar una importante inversión imprevista a medio y largo plazo, los negocios tienen otro problema, y es tendrían que cerrar semanas para poder cambiar la instalación existente a una solución definitiva, con la consecuente perdida de venta". Además, puntualiza Rodríguez, "esto va a suponer un aumento del precio de la cesta de la compra porque, al final, los gastos que tiene una empresa acaban repercutiendo en los clientes".
Problema con las reparaciones
Aunque la UE ha puesto como límite el año 2050 para acabar con los gases fluorados, alguna de las medidas de esta normativa pueden suponer un problema grave para muchos negocios a partir del año que viene porque Bruselas también ha aprobado una reducción de las importaciones de gases fluorados.
En el caso de las instalaciones de refrigeración (los aparatos de climatización tienen otro calendario), "la reducción de cuota de la puesta en mercado de algunos refrigerantes hará, en algunos casos poco viable el mantenimiento de equipos actuales. A partir de 2030 sólo se pueden utilizar equipos con refrigerantes naturales o menos de 150 PCA en nuevas instalaciones de menos de 40kw", señala Rodríguez.
Cómo saber si tu nevera será ilegal
La medida aprobada por la Comisión también se aplica a las neveras, frigoríficos, arcones y congeladores de los domicilios particulares. Afortunadamente, sólo los electrodomésticos refrigerantes más antiguos funcionan con gases fluorados y la mayoría de los fabricantes los han ido eliminando progresivamente.
Si quieres saber qué tipo de gas refrigerante utiliza tu nevera, puedes consultarlo mirando la placa identificativa que encontrarás en el interior. Además de figurar el modelo, la marca y otros datos técnicos, también se muestra el tipo de gas empleado.
- R22. Es un gas fluorado que utilizan los frigoríficos más antiguos. La UE prohibió su uso en el año 2015.
- R134a. Aunque es más ecológico que el anterior, sigue siendo un gas fluorado de efecto invernadero con un PCA de 1.300.
- R438a. También es un gas fluorado no perjudicial para la capa de ozono con un PCA de 2.151.
- HFC-134a. Es un gas fluorado diseñado para sistemas de refrigeración domésticos, comerciales e industriales, así como sistemas de aire acondicionado, sistemas de refrigeración líquida y bombas de calor. Su PCA es de 1.300.
- R600a. El isobutano no es un gas fluorado, sino un hidrocarburo. Su bajo impacto ambiental lo convierten en el gas refrigerante más utilizado actualmente en las neveras domésticas. No está afectado por la normativa europea.