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Clamor entre los economistas para que el Gobierno baje el gasto y deje de subir impuestos

El reclamo parte de organizaciones y entidades como AIREF, Consejo General de Economistas, CEOE, Fomento, Fedea, Instituto Juan de Mariana...

El reclamo parte de organizaciones y entidades como AIREF, Consejo General de Economistas, CEOE, Fomento, Fedea, Instituto Juan de Mariana...
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. | EFE

Aunque en la esfera económica no siempre se logran acuerdos, en las últimas semanas está resultando llamativo el amplio consenso que empieza a emerger en torno a la necesidad de bajar impuestos y reducir el gasto público. Este discurso lo están enarbolando cada vez más expertos académicos, así como economistas de la esfera patronal como CEOE o Fomento del Trabajo, directores de instituciones como el Consejo General de Economistas o responsables de think tanks como Fedea o el Instituto Juan de Mariana.

Según el Catedrático de la Universidad de Valencia, José Emilio Boscá, "en España ha calado la idea de que la menor presión fiscal comparada de España frente a la UE o la Eurozona debía corregirse para acercarnos a las economías más desarrolladas de nuestro entorno. En este momento ya estamos cerca de esos niveles de presión fiscal y, desgraciadamente, no estamos convergiendo ni en renta per cápita, ni en renta por población en edad de trabajar, con las economías más avanzadas".

"En los últimos años no se han tenido en cuenta los menores niveles de eficiencia de nuestras administraciones públicas, lo que condiciona los resultados económicos que se están obteniendo de esa mayor recaudación. En mi opinión, como paso previo a cualquier incremento adicional de la presión fiscal, es necesario mejorar la eficiencia del sector público, también por el lado del gasto, para evitar las distorsiones y desincentivos sobre las decisiones del sector privado que está provocando la ineficiente estructura impositiva en España", añade el académico.

Para Boscá, "existe literatura económica convincente que encuentra que los planes de consolidación basados en reducciones del gasto (corriente o de inversión) o en la reducción de transferencias tienen, en general, un efecto similar sobre el PIB, provocando efectos recesivos leves a muy corto plazo, pero que desaparecen muy rápidamente. Sin embargo, los ajustes basados en incrementos de los impuestos han causado históricamente pérdidas de producción mucho mayores que las consolidaciones fiscales basadas en el gasto, siendo, además, más persistentes en el tiempo".

"Ya no hay margen para subir impuestos"

Preguntado sobre la posibilidad de que sigan aumentando los impuestos, el director de estudios de Fomento del Trabajo, Salvador Guillermo, señaló que "ya no hay margen efectivo, en términos comparados con Europa, pues, aunque los datos de presión fiscal (entendido como el peso de los ingresos públicos sobre PIB) reflejan una situación aún ligeramente inferior a la media, también deben corregirse esos datos con la mayor presencia de la economía irregular en nuestro país, que hace que la presión fiscal normalizada sea, en términos comparativos, muy superior a la media europea, circunstancia que viene explicada por esa economía irregular".

"No se trata de que paguen más los que ya pagan, que lo hacen de forma destacada, sino de sacar a flote esa actividad sumergida que se sitúa en el 24,5% del PIB, según el FMI, muy por delante del 14,1% de Francia, el 11,9% de Alemania, el 11,1% de Reino Unido o el 8,3% de Estados Unidos. ¡No tenemos una imposición baja! Lo que tenemos en una economía sumergida alta… Además, ni subiendo mucho los impuestos ha sido posible compensar un importante incremento del gasto. En 2023 cerraremos con un déficit cercano al 3,9% del PIB. En cambio, aunque se ha puesto el acento en incrementar la imposición de forma excesiva y se han alcanzado cifras récord de recaudación, el déficit en 2018, antes de estas subidas tributarias, era del 2,6% del PIB", añadió.

Para Guillermo, "es primordial reducir el gasto corriente per cápita, replantear el gasto social y plasmar una reforma de la administración pública que ayude a reducir costes allí donde los dispendios son menos productivos. Muchas veces, cuando se configuran los presupuestos, se piensa en modelos incrementales, y es necesario ir de forma ordenada y de forma gradual, y hacer evaluaciones del gasto realizado en base a sus supuestos objetivos. Los programas de revisión del gasto o spending review que realiza la AIREF son destacados, pero dicha institución ha mostrado recientemente su preocupación por la baja aplicación de sus propuestas para mejorar la gestión de dichos desembolsos. ¡Se trata de gastar mejor, no de gastar más!".

"Un plan ambicioso de consolidación fiscal"

El director de Fedea, Ángel de la Fuente, ha aseverado que "necesitamos un plan ambicioso de consolidación fiscal para reducir el déficit público y el stock de deuda. Resulta fundamental revisar el sistema de pensiones, con el fin de limitar el crecimiento de estas prestaciones, que amenazan con dejarnos con muy poco margen fiscal para afrontar otras prioridades. Y, por el lado de los ingresos, la clave sería ampliar las bases tributarias, por ejemplo en el IVA, no seguir aprobando nuevas subidas impositivas directas sobre empresas y familias".

Valentín Pich, presidente del Consejo General de Economistas, ha recordado que España "está obligada a reducir su déficit por la reactivación de las reglas europeas. Tenemos, además, un stock de deuda del 108,1% del PIB y las previsiones futuras, agravadas por el envejecimiento, invitan a pensar que es necesario revisar nuestro déficit presupuestario, que ya se ha vuelto estructural".

Un consenso cada vez más clamoroso

En el plano académico, las palabras de Boscá han sido respaldadas por autores como Rafael Doménech, quien recordó recientemente que los niveles óptimos de gasto público se sitúan muy por debajo de los actuales, puesto que nuestro país se mueve en el entorno del 47% del PIB pero la evidencia disponible sugiere que el crecimiento y el bienestar se resienten cuando se supera el umbral del 35% del PIB.

Las declaraciones de Guillermo también están en línea con los pronunciamientos que ha venido realizando la CEOE, cuyo responsable de Economía, Gregorio Izquierdo, ha impulsado numerosos trabajos acerca de la necesidad de aumentar la eficiencia del gasto y recuperar la competitividad perdida en el ámbito fiscal.

En la esfera pública, la AIREF ha propuesto distintas vías de consolidación presupuestaria, mientras que, en el ámbito privado, las propuestas que ha expuesto recientemente Fedea en sus distintos informes de temática fiscal van en línea con las recomendaciones del Instituto Juan de Mariana en su último informe del Día de la Deuda, que llamaba al gobierno español a rectificar su política fiscal expansiva.

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