Los funcionarios de la Agencia Tributaria (AEAT) preparan movilizaciones en plena campaña de la renta. Los sindicatos CSIF, SIAT, UGT, CCOO y CIG han convocado a la plantilla de la AEAT en una concentración el próximo 8 de mayo en Madrid frente a la Dirección General de este organismo.
El motivo del disgusto de los funcionarios con el fisco es el habitual en estos casos: reclaman mejoras laborales y sueldos más altos. Sin embargo, junto a estas reclamaciones han destapado una realidad escandalosa, que son los elevados salarios de los altos cargos del departamento dependiente de María Jesús Montero.
Los funcionarios más ‘afortunados’ del Estado
"Estamos en conflicto para exigir justicia salarial en la AEAT. En los últimos 6 años, la dirección de la AEAT se ha dedicado a congelar la negociación colectiva y, sin embargo, sube de manera discrecional las retribuciones de los que más cobran. En 2023, la AEAT tenía 1.265 trabajadores de los grupos A1 (cuerpos superiores), que cobran los específicos más altos de toda la AGE", denuncian.
Que los funcionarios de la Agencia Tributaria sean los que cobren el mayor complemento específico de toda la Administración General del Estado (AGE) es un dato que resulta especialmente llamativo. Y es que, las cifras que se embolsan estos afortunados son vertiginosas.
Más de 160.000 euros de sueldo al año
Según los datos recopilados por CSIF provenientes de la RPT de septiembre de 2023 y a los que ha tenido acceso Libre Mercado, "cinco inspectores de Hacienda" recibieron la friolera de 69.497,26 euros al año cada uno gracias a este plus con el que el Estado premia tareas concretas del trabajo de los funcionarios. Si sumamos el complemento específico a los desorbitados sueldos de esos cinco funcionarios, el resultado que denuncia CSIF es que "hay 5 inspectores en la AEAT con retribuciones brutas anuales que superan los 160.000 euros brutos".
Fuentes del sindicato explican que "estos complementos específicos se determinan vía concurso y se otorgan a puestos de libre designación de forma opaca. A dedo". Entre esos cinco inspectores tan bien remunerados están "directores de departamento o jefes regionales, que además, tienen puestos eméritos. Nadie les saca de ahí", añaden.
El sindicato mayoritario de funcionarios también critica "los privilegios de los Delegados de la Agencia Estatal de Administración Tributaria a los que se les reserva vivienda particular en los centros de las ciudades con sus respectivas plazas de garaje mientras que los que menos cobran tienen que vivir en pisos compartidos (y otros en "viviendas calientes") porque no les llegan sus retribuciones". Claman que "¡no son directivos al servicio de la AEAT, sino los portavoces de un colectivo al servicio de sus intereses corporativos!".
CSIF asegura que, en general, la categoría de funcionarios de la AEAT clasificados como A1 (inspectores) son regados por los complementos específicos. Así, no sólo son esos 5 privilegiados. "Entre los 1.338 efectivos del A1 que más complementos específicos cobran de toda la Administración General del Estado, únicamente 73 están destinados fuera de la AEAT, disfrutando de complementos específicos que oscilan entre los 41.269,20 euros y los 69.497.26 euros", asegura este sindicato. Otra forma de compararlo es que, en la Administración General del Estado existirán "más de 13.000 funcionarios A1 que cobran menos específico que el A1 de la AEAT que menos cobra".
"Mientras que los altos cargos cobran complementos superiores a los 60.000 euros, el grueso de la plantilla tiene bloqueadas sus retribuciones, su carrera profesional y su convenio colectivo", se queja el sindicato.
Desequilibrio salarial
En el grupo A2 de funcionarios de la AEAT (técnicos) también hay una serie de afortunados que son los mejor pagados del Estado. "El complemento específico más alto de toda la AGE del subgrupo A2 era de 32.111,94 euros y, precisamente, es el que tienen asignados 9 trabajadores de la AEAT. Además, "83 trabajadores de la AEAT tienen un complemento específico de 31.738,70 euros" asegura CSIF. Sin embargo, "la mayoría de los más de 7.000 funcionarios A2 cobran específicos mucho menores, de unos 8.000 euros, y un 30% de ellos, que son de nueva incorporación, llegan a cobrar sueldos de sólo 1.500 euros al mes. Los trabajadores del grupo A2 se encuentran a una distancia sideral del grupo A1, cuyas retribuciones medias duplican, como mínimo, a las del subgrupo A2" afirman.
Y los funcionarios de los grupos C1 y C2 ya no estarían teniendo la misma suerte porque los C1 que mayor complemento específico cobran son los del Ministerio del Interior. Según CSIF "de los 9.123 C1 que más específico cobran de toda la AGE, solo 174 están destinados en la AEAT, mientras que, entre los 1.864 trabajadores de la AGE que cobran el CE mínimo garantizado (4.568,90€), había 842 trabajadores de la AEAT (45,17% del total)". Además, "no hay ningún C2 en la AGE que gane menos específico que el C2 de la AEAT que menos gane porque el tramo 0 de la AEAT cobra el específico más bajo de toda la AGE".
Por todo ello, CSIF pide al organismo "unas retribuciones justas y equilibradas para todos los trabajadores de la AEAT. Queremos renegociar todos los complementos específicos del personal funcionario para que haya un equilibrio entre el complemento específico más alto (69.497,26 €) y el más bajo (4.568,90 €) y un escalonamiento proporcional dentro de cada subgrupo y entre subgrupos, así como unas retribuciones equivalentes para el personal laboral".
Los sindicatos convocantes de esta protesta se han reunido esta semana con la dirección de la AEAT y amenazan con extender "las movilizaciones a toda España para reactivar el acuerdo para la carrera profesional, pendiente de desarrollo desde el año 2007, así como la negociación de un nuevo convenio colectivo".
También reclama "el desarrollo del teletrabajo y la negociación del del servicio de atención telefónico, anunciado por la ministra María Jesús Montero, que no ha querido negociar las condiciones laborales de este servicio en jornada de mañana. Consideramos además que se debe revisar la productividad cuyo reparto prima al colectivo de inspectores, discriminando al resto de la plantilla". Por último, reclaman ·las mejoras de las condiciones laborales para el colectivo de Vigilancia Aduanera, catalogando este destino como profesión de riesgo y reforzando los medios materiales y humanos desarrollando una verdadera Policía Fiscal, una necesidad que se ha puesto en evidencia tras los trágicos sucesos en Cádiz".