Hace 20 años que la Comunidad de Madrid dio un giro a su modelo económico con una estrategia basada en la libertad de mercado y los impuestos bajos. La actual presidenta, Isabel Díaz Ayuso, continúa practicando estas políticas cuyo resultado ha sido que Madrid se ha convertido en el motor económico del país.
Además, los contribuyentes de la región llevan dos décadas beneficiándose de ese alivio impositivo. Según los cálculos del Gobierno regional, desde que se aprobaron las primeras bajadas de impuestos en 2004, los madrileños se han ahorrado 74.883 millones de euros en impuestos, "o lo que es lo mismo, 20.800 euros por contribuyente" señalan.
Así, durante todos estos años, se han llevado a cabo seis rebajas de la escala autonómica en el IRPF, incluyendo las dos deflactaciones de la tarifa (2007, 2014, 2015, 2018, 2022 y 2023). La región de Ayuso fue la primera autonomía del régimen común en anunciar que corregiría el efecto de la inflación a la hora de cobrar impuestos deflactando la tarifa del IRPF. Y lo ha hecho por dos años consecutivos mientras que el Gobierno de Pedro Sánchez se ha negando en redondo a aplicar este alivio fiscal en la parte estatal y no ha dejado un impuesto sin subir, e incluso, ha creado nuevos.
Además, el Ejecutivo de Ayuso ha creado nuevas deducciones en el IRPF y ha ampliado las ya existentes "relacionadas con el nacimiento o adopción de hijos, gastos educativos, arrendamiento de vivienda habitual, familias numerosas o el cuidado de personas mayores o con discapacidad en el entorno familiar, entre otras". Calculan que todas estas medidas han generado un ahorro de 10.899 millones de euros, de los que 5.761 millones, más de la mitad, se han producido desde 2019.
Además, el plan de alivio en el IRPF autonómico continuará esta legislatura. Y es que, el Ejecutivo regional se ha comprometido a volver a rebajar todos los tramos de este impuesto otro medio punto, para beneficiar de nuevo a los 3,5 millones de contribuyentes de esta autonomía.
Pionera en fulminar Sucesiones y Patrimonio
Además, junto con uno de los IRPF más bajos de España, la Comunidad de Madrid también ha sido pionera en fulminar el Impuesto de Patrimonio y el de Sucesiones. Así, a lo largo de estos últimos años, esta autonomía ha ido reduciendo la fiscalidad a las herencias sistemáticamente.
En la actualidad, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones está bonificado al 99% entre parientes de primer y segundo grado incluidos en los grupos I y II, y al 25% para los de tercer grado entre colaterales de segundo o tercer grado por consanguinidad. El ahorro total para este impuesto ha sido de 49.781 millones de euros, de los que 19.802 millones se han generado desde 2019.
En el caso de Patrimonio, el ahorro para las grandes fortunas ha sido de casi 13.000 euros desde hace 20 años. Asimismo, se han llevado a cabo rebajas en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. En la siguiente tabla puede observarse el ahorro fiscal para cada tributo año a año.
El Gobierno regional ha cuantificado que bajo el mandato de Isabel Díaz Ayuso la Consejería de Hacienda ha llevado a cabo "un total de 22 bajadas a través de ocho leyes", que incluyen, además de la rebaja del IRPF o la deflactación, la puesta en marcha o ampliación de 13 deducciones.
Además, en el del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones se han equiparado a los menores acogidos y tutelados con los descendientes y adoptados, y se ha ampliado y unificado al 25% la bonificación entre hermanos y entre tíos y sobrinos. También se han suprimido todos los tributos propios, convirtiendo a Madrid en la única región de régimen común sin este tipo de impuestos.