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El sector nuclear avisa de que quiere "seguir" pero "empieza a ser casi irreversible el cierre de Almaraz"

El sector saca pecho por sus resultados del año pasado e insiste en que las empresas querrían "seguir": "Es absolutamente necesario para el sistema".

El sector saca pecho por sus resultados del año pasado e insiste en que las empresas querrían "seguir": "Es absolutamente necesario para el sistema".
Central nuclear de Almaraz | Cordon Press

Foro Nuclear, la asociación que agrupa a las empresas nucleares de nuestro país, ha presentado este martes ante los medios los resultados de las cinco centrales nucleares españolas y su peso en el mix energético: los siete reactores produjeron el 20,34 por ciento de la electricidad en 2023, convirtiéndose en la segunda tecnología en generación eléctrica, con una potencia instalada de algo más del 5 por ciento, por detrás de la eólica, que supuso el 23,46 por ciento con una potencia instalada, en contraste, del 24,57 por ciento.

Se trata de una electricidad "equivalente al consumo de 15 millones de hogares", resalta el sector que también subraya cómo la nuclear fue la tecnología que más horas operó, en torno a un 90 por ciento frente a "los dos meses al año" que opera la fotovoltaica en el cómputo total de horas y los "tres meses" de la eólica.

Las empresas "queremos seguir"

En un desayuno informativo, el presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluce, defendió la necesidad de "una energía estable" en medio de un escenario extremadamente "volátil" y de precios cero en el que "hay momentos de sobreproducción y otros en que no hay apenas producción". "En el medio y largo plazo es necesario tener una potencia firme que produzca de forma estable sin sobresaltos", enfatizó, una energía que "no emita CO2, que sea competitiva" y que dé "una cierta independencia energética". Cualidades, que dijo, "prácticamente" sólo cumple la nuclear pero que en España tiene fecha de caducidad: el Gobierno no se apea del calendario escalonado de cierre que se pactó en 2019 y que desde la patronal llevan meses sugiriendo modificar.

Frente al mensaje lanzado de forma insistente por el Ejecutivo señalando que son las empresas las que pactaron y las que quieren cerrar, el representante de las eléctricas señaló cómo las circunstancias han cambiado desde 2019, citando la pandemia, la guerra de Ucrania y las "crecientes tensiones energéticas" que están "poniendo al mundo en un estrés tremendo". Así, enfatizó que frente a países que están dando un giro "viendo qué fuentes energéticas van a necesitar en un futuro", España ha elegido otro camino. "Tenemos siete activos nucleares que funcionan maravillosamente, sin interrupciones, competitivas", insistió Araluce, que recalcó sin matices que las empresas quieren "que continúen las centrales nucleares": "Pensamos que es absolutamente necesario". En alusión a las declaraciones públicas de los directivos de las grandes eléctricas, Araluce explicó que las empresas tienen que decir que cumplirán con lo pactado: "¿Eso quiere decir que no quieran seguir? No", recalcó.

Los "tiempos cortos" de Almaraz

El representante del sector enfatizó, eso sí, que el tiempo se agota, en alusión a la fecha de clausura de la primera de la lista, el reactor I de Almaraz, en noviembre de 2027. Araluce recalcó que decidir si la central continúa o cierra implica decisiones operativas (compra de combustible, inversiones, contrataciones…) que "se deben tomar con bastante antelación". El punto de no retorno, según reconoció el director de Almaraz recientemente, se sitúa a finales de este año o como mucho "en el primer trimestre de 2025". "Estamos en un momento", alertó Araluce, "en que empieza a ser casi irreversible", en alusión a que "hay que tomar la decisión en un tiempo corto". Las empresas, insistió, "cumpliremos con la ley" aunque, insistió, "todos queremos que continúen: lo consideramos importantísimo".

El presidente del Foro Nuclear reiteró que el mundo está en una "marea nuclear" y enfatizó que las centrales estarían listas para seguir operando: cada año, insistió, se invierten "200 millones para mantenerlas al día". En cuanto a la central extremeña, quiso apuntar al final del acto que en cualquier caso aún "no la damos por perdida ni mucho menos", en medio de voces crecientes desde la región, con la Junta de Extremadura a la cabeza, pidiendo que la central no se apague. "Es la mayor industria de Extremadura", recordó Araluce, en alusión al extraordinario "impacto social y económico" que tendría el cierre.

En el acto, Araluce también aprovechó para reiterar su rechazo frontal a la subida de la tasa Enresa, que pagan por la gestión de sus residuos, y para pedir que en su lugar se revisen los impuestos que pagan entre impuestos específicos estatales y tasas autonómicas: "Sólo con los impuestos estamos pagando unos 17 o 18 euros cada megavatio/hora que producimos, es una barrera para la competitividad tremenda", avisó.

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