Lluvia de reacciones ante la OPA hostil que ha lanzado BBVA sobre Banco Sabadell. En el caso del Partido Popular aseguran que respetan "los acuerdos a los que pueden llegar empresas privadas", y en el caso de la operación, consideran que es "relevante conocer la opinión de los organismos competentes".
Fuentes de Génova consideran que "conviene esperar al análisis del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores sobre el impacto de esa posible fusión. Los organismos que tienen la función de velar por el cumplimiento de las reglas determinarán cuál es la afectación a la concentración bancaria y a la competencia", han señalado desde la formación que dirige Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, barones populares, como el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, han rechazado rotundamente la operación.
Eso sí, el PP ha denunciado que "el Gobierno conocía la hipotética fusión y no la ha censurado hasta la víspera del fin de la campaña en Cataluña. Por ende, no es creíble esta sobreactuación repentina del Ejecutivo".
Cabe recordar que el ministro Bolaños señaló la semana pasada que esta operación era "una buena noticia", lo que hacía sospechar que BBVA habría lanzado la operación de acuerdo con el Gobierno. Sin embargo, esta semana, la postura del Ejecutivo es otra: están en contra. "Tenemos la última palabra y rechazamos la operación" ha dicho este jueves el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. ¿A qué se debe este giro de guión?
Desde el PP creen que "lo importante es asegurar que el resultado de una operación comercial no perjudique los intereses generales de los puestos de trabajo, así como los derechos de los clientes y usuarios de las entidades Entendemos la preocupación que puede suscitar cualquier operación que no se ajuste a esta forma de proceder entre administraciones, instituciones, pymes y ahorradores", han indicado.