
El apagado de las últimas centrales nucleares alemanas en la primavera de 2023 generó un gran revuelo político que está reviviendo en las últimas semanas tras la creación de una comisión de investigación en el Bundestag. A iniciativa de la CDU y la CSU, por el Parlamento alemán desfilarán decenas de políticos y expertos para decidir si los Ministerios de Economía y Medio Ambiente, dirigidos por Robert Habeck y Steffi Lemke, tomaron la decisión de apagar las centrales en función de criterios técnicos y no ideológicos.
Cabe recordar que en su día, la fecha de clausura de las centrales provocó una fuerte crisis en el gobierno de coalición. Aunque estaba inicialmente fijada para diciembre de 2022, la crisis energética desatada por la guerra de Ucrania y el fin del gas barato procedente de Rusia provocaron un choque entre Los Verdes, partidarios de mantener las fechas defendiendo que era viable sin correr riesgos y los liberales, a favor de prolongar la vida de las centrales. Finalmente el canciller optó por una solución intermedia, una prórroga de tres meses, y los tres reactores que quedaban en el país se apagaron en abril.
Mientras Habeck y Lemke defienden que consumaron el cierre avalados por los expertos, informaciones periodísticas señalaron que no habrían tenido en cuenta todas las opiniones, lo que impulsó a la oposición democristiana a reclamar una comisión de investigación que ahora examina con lupa la política energética del tripartito. En paralelo, la CDU mantiene su promesa de una vuelta a lo nuclear si vuelve al poder aunque cabe recordar que fue Angela Merkel quien decidió seguir adelante con el apagón tras el accidente de Fukushima, en 2011, a pesar de que había prometido lo contrario.
En su programa, la CDU mantiene que el país "no puede renunciar a la energía nuclear" y promete una mentalidad "abierta" para el desarrollo e investigación de todas las fuentes de energía que puedan garantizar el suministro eléctrico, la independencia energética y el "cuidado del clima". Mencionan centrales nucleares "de cuarta y quinta generación", en alusión a las tecnologías innovadoras de los reactores del futuro y los minirreactores nucleares. También afirman que quieren que Alemania "construya el primer reactor de fusión del mundo". Además, el partido estaría investigando si es posible reencender las centrales apagadas y va a reclamar paralizar el desmantelamiento de las últimas centrales alemanas, según adelantó este fin de semana el económico Handelsblatt. En declaraciones al diario, el dirigente de la CDU Jens Spahn señaló que los votantes deben poder decidir en las federales del año que viene si quieren volver a la energía nuclear y para ello es imprescindible que se detengan ya los trabajos de desmantelamiento: "El Gobierno debe garantizar que las centrales no se destruyan", apunta, para que sea posible revisar el cierre y volver a encenderlos.
¿Sería viable reencender las centrales?
Mientras cada vez más potencias occidentales vuelven sus ojos a la nuclear y empresas, como las grandes tecnológicas, trabajan para que esta sea su principal fuente de energía, expertos citados por el diario apuntan que sería aún "posible técnicamente" reactivar las últimas centrales alemanas porque el desmantelamiento acaban de empezar y los trabajos podrían revertirse "con un esfuerzo relativamente pequeño".
Si bien los obstáculos técnicos serían salvables, no ocurriría lo mismo con los económicos y los ideológicos y se pone en duda que hubiera energéticas dispuestas a apostar por la nuclear tras un apagón decidido de forma "consciente" sobre instalaciones que no presentaban problema técnico alguno.