El Gobierno ha metido de tapadillo, y en mitad de la tragedia de la Dana, una subida de impuestos sin precedentes a buena parte de los contribuyentes españoles.
Conductores, fumadores, propietarios de vivienda... Por enésima vez, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, vuelve a incumplir su promesa de que "no subiremos los impuestos a la clase media".
Esta ofensiva fiscal tuvo lugar el pasado miércoles, cuando el PSOE coló una tromba de subidas fiscales, a las que ha tenido acceso Libre Mercado, a través de numerosas enmiendas al "Proyecto de Ley" del tipo mínimo del 15% en Sociedades para las grandes empresas, una norma que nada tiene que ver con las otras áreas que ha modificado el Ejecutivo. La falta de rigor es total. Ahora, queda por ver si los socios de Sánchez aceptan esta particular persecución al contribuyente.
Conductores pagarán más
Saltándose cualquier procedimiento técnico y formal para elevar o crear nuevas figuras tributarias, el Gobierno ha establecido entre sus golpes fiscales más destacados una subida del diésel que afectará a millones de conductores (los más numerosos del país). En concreto, en nuestro país hay 13,09 millones de coches diésel propiedad de particulares, según los datos facilitados por GANVAM. Si todo sale como ha previsto el Gobierno, estos contribuyentes pagarán más impuestos por el combustible ya en 2025. Los usuarios de diésel profesionales quedan fuera.
La subida al diésel planeada por el Gobierno será de 9,37 céntimos por litro. Así, el tipo general pasará de 0,307 euros por litro a 0,40069 euros, y que equipara al de la gasolina. El Ejecutivo de Sánchez lleva amagando con subir la fiscalidad al diésel desde que llegara al Gobierno con la excusa de la protección del medioambiente. Ahora, da un paso más para conseguirlo a través de este poco habitual modus operandi vía enmienda.
Más clase media
Los millones de fumadores que hay en España también recibirán su particular castigo en 2025. La razón es que, entre las decenas de enmiendas, Sánchez ha incluido una subida de impuestos a los vapeadores, a las bolsas de nicotina y a los cigarrillos tradicionales.
Golpe al ahorrador
En su constante voracidad con el IRPF, Sánchez también ha decido gravar la tributación del ahorro para rentas altas, de manera que las rentas que superen los 300.000 euros pagarán por este tramo un IRPF del 29%. El actual estaba en el elevado 28%.
Desde que llegara a Moncloa, Sánchez la ha tomado con los impuestos al ahorro en varias ocasiones. Según los datos de Hacienda, más de 8,2 millones de contribuyentes tributan por la base del ahorro, entre los que más de 100.000 personas pagan impuestos a partir del tramo de los 150.000 euros. En este grupo estarían los afectados.
El Impuesto a la Banca, que también Sánchez ha decidido perpetuar esta semana, también podría afectar a los ahorradores, ya que las entidades podrían subir comisiones o pagar menos por los depósitos al cliente final para intentar reducir el coste del impuesto.
Por último, todos los propietarios que alquilen su vivienda en el formato vacacional, sufrirán una subida del IVA al 10%. Como si fueran los dueños del más lujoso de los hoteles.
Los impuestos que vendrán
A pesar de esta lista interminable de subidas fiscales incluida en las enmiendas (hay también modificaciones en Sociedades), todo apunta a que el 2025 será un año especialmente dañino para el contribuyente.
Eliminar la reducciones en el IRPF (como la tributación conjunta), obligar a las CCAA a subir el IRPF autonómico donde esté bajo (como Madrid), subir el IVA al marisco o al chocolate, obligar a las regiones a subir Sucesiones o más cotizaciones (porque lo recaudado por el MEI no sea suficiente) son algunos de los golpes fiscales que están encima de la mesa del Ejecutivo.