María Jesús Montero quiere gobernar Andalucía. La ministra de Hacienda y vicepresidenta del PSOE confirmó ayer miércoles que optará a la Secretaría General de los socialistas de Andalucía. "Efectivamente, he decidido dar el paso adelante para ser la próxima secretaria general" aseguró.
En un acto al que acudieron centenares de militantes, Montero se dio un baño de masas y clamó que "es el momento político más especial que he tenido en mi vida ¡Salimos a ganar y vamos a ganar!"
De momento, la ministra tiene pensado compatibilizar el liderazgo del PSOE en Andalucía con las riendas del Ministerio de Hacienda. La andaluza ostenta esta cartera desde que Pedro Sánchez llegara al gobierno en 2018 y ha ejecutado fielmente dos de los principales objetivos del Ejecutivo: disparar el gasto y los impuestos.
Ni un impuesto sin subir
En materia tributaria, María Jesús Montero no ha dejado impuesto sin subir. La ministra de Hacienda ha incrementado varias veces el IRPF, Sociedades, los impuestos al coche, ha subido el IVA a los refrescos, las primas de seguros y tampoco ha dudado en asestar otro sablazo fiscal a los propietarios vía catastrazo entre otras estocadas fiscales.
Gracias a la gran creatividad fiscal de la que será la máxima autoridad socialista en Andalucía, el Gobierno se ha sacado de la manga todo tipo de nuevos gravámenes: la Tasa Tobin, la Tasa Google, el Impuesto al Plástico o el impuesto "temporales" a la banca... Además, Montero se ha negado en redondo a deflactar la parte estatal del IRPF desde que comenzara la tormenta inflacionista en el año 2021, lo que ha supuesto una subida de este impuestos por la puerta de atrás y le ha generado suculentos beneficios para Hacienda.
A por las herencias
Montero también ha dedicado sus esfuerzos de todos estos años a debilitar la autonomía fiscal de las CCAA con fórmulas como el Impuesto de las Grandes Fortunas (también supuestamente "temporal", pero que seguirá en 2025) dirigido expresamente a la Comunidad de Madrid. De hecho, la región de Ayuso ha sido el gran enemigo a batir de Montero desde que fuera consejera de Hacienda en Andalucía. ¿La razón? Cobrar menos impuestos a sus ciudadanos.
En materia autonómica, elevar el Impuesto de Sucesiones por la vía de la "armonización" es una de las tareas que todavía le queda pendiente a Montero y que afectará, sobre todo, a las regiones del PP. Por tanto, las herencias todavía están en juego en esta legislatura.
Así, según los últimos datos de recaudación noviembre, el fisco ha vuelto a batir un nuevo récord para Montero: 273.993 millones de euros. Esta cifra histórica supone 21.066 millones más que hace un año y supera en 79.288 millones de euros los 194.705 millones que recaudó Montero desde enero hasta el mismo mes de noviembre, pero del año 2018.
Entrega de la Hacienda Catalana
Junto a Sánchez, Montero no ha tenido reparos en hacer saltar el sistema de financiación autonómica por los aires y comprometerse con los independentistas a una condonación de la deuda y a entregarles la joya de la corona: la Hacienda Catalana.
Que Cataluña se haga con la llave de la caja todos sus impuestos, o dicho de otra forma, con la independencia fiscal, supone un agravio comparativo con el resto de CCAA y con un claro carácter anticonstitucional. Y todo a cambio de investir al socialista Salvador Illa como presidente de la autonomía.