
El Gobierno sigue llenando las arcas del Estado vía IRPF gracias a la inflación. Según los últimos datos de recaudación disponibles, la Agencia Tributaría ingresó por este impuesto un total de 121.069 millones de euros hasta noviembre, 8.478 millones más que un año antes. Se trata de un nuevo récord para el Gobierno a costa del esfuerzo de los contribuyentes.
Una de las razones que explican el festín del Gobierno con el IRPF está en que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha negado en redondo a deflactar la parte estatal de este tributo desde que comenzara la tormenta inflacionista en el año 2021.
Deflactar la tarifa del IRPF consiste en tener en cuenta la inflación a la hora de cobrar impuestos impidiendo que un contribuyente pague más a Hacienda cuando su poder adquisitivo no ha aumentado. Al ignorar este efecto, Hacienda lleva a cabo una subida de impuestos por la puerta de atrás. Teniendo en cuenta que el IPC desde enero de 2021 a enero de 2025 se ha disparado más de un 19%, los elevados beneficios para el Ejecutivo de Pedro Sánchez son evidentes.
Golpe a la clase media
La semana pasada, el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) volvió a avisar de que "como el Gobierno no ha deflactado la tarifa ni ha aumentado los mínimos personales o familiares, los ciudadanos, una vez más, perderán poder adquisitivo", señaló su presidente, Agustín Fernández.
Cogiendo como ejemplo la escalada del IPC desde enero de 2022 hasta diciembre de 2024 (un 12,5%), los economistas calculan que, por no deflactar la tarifa, Hacienda se queda con entre 200 y 207 euros en un contribuyente que obtenga una renta de 25.000 euros al año.

En el caso de los ciudadanos con rentas de 30.000 euros, la subida de impuestos silenciosa del Gobierno es todavía mayor. Así, el beneficio para el Ejecutivo de Sánchez de no aliviar el efecto de la inflación en el IRPF supera los 250 euros en todas las comunidades autónomas.

No deja de ser llamativo que María Jesús Montero se haya jactado de que su Gobierno "no sube los impuestos a la clase media" cuando la no deflactación de la tarifa genera estas mordidas, precisamente, a rentas medias de entre 25.000 y los 30.000 euros.
El Reaf también ha hecho el mismo ejercicio para las rentas de 45.000, de 70.000 y de 350.000 euros al año, donde el impuesto por la puerta de atrás de Montero llega a superar los 1.500 euros al año.