El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, no pasa una semana sin regalarnos un titular a razón de sus cada vez más estrambóticos hechos y declaraciones. Tan solo en los últimos meses, hemos constatado cómo el líder del sindicato izquierdista ha denunciado los bajos salarios pagados por los empresarios mientras callaba con el empobrecimiento de muchos trabajadores públicos, a la par que ha criticado la contratación de inmigrantes o ha propuesto la retirada de ayudas para quienes rechacen ofertas de empleo para, tan solo un día después, desdecirse de sus propias palabras. Todo ello, mientras oculta la remuneración que percibe al frente del sindicato, el cual, recordemos, ha multiplicado sus recursos gracias a la paz social comprada por Sánchez.
Pues bien, si pensábamos que Álvarez al fin había concluido su particular e hipócrita agenda sindical, ahora nos sorprende con la noticia de que viaja hoy jueves a París para manifestarse contra la reforma de las pensiones aprobada por Macron. Así, el dirigente de UGT se dará unas auténticas vacaciones de Semana Santa en la capital parisina (no sabemos si subsidiadas por el contribuyente) durante las cuales se dejará ver y fotografiar junto a sus colegas sindicalistas parisinos.
Han leído bien. Pepe Álvarez no se manifestará por la reforma de pensiones que acaba de ser aprobada en España, ni tiene pensado hacerlo pese al sablazo que supondrá para la clase media nacional, sino que se va de viaje a Francia para protestar contra una reforma que elevará la edad de jubilación de los franceses hasta los 64 años, menor que la actualmente vigente en nuestro país.
El motivo que alega el sindicalista para acudir a las protestas es que, además de secretario general de UGT, también vicepreside la Confederación Europea de Sindicatos (CES). Y esto justifica su asistencia a la undécima jornada de manifestaciones organizadas por la Intersindical francesa (CFDT, CGT, FO, CFTC y UNSA).
Los principales sindicatos galos han considerado un "fracaso" la reunión mantenida este martes con el Gobierno, encabezada por la primera ministra, Elisabeth Borne, y han puesto el foco en la movilización masiva de este jueves. En ella, la participación de Álvarez está prevista a las 14:30, desde el Paseo Jean Jaurés, para terminar por la tarde en Saint-Cyprien.
Macron, no; Sánchez, sí
En relación a la reforma de pensiones diseñada por el ministro Escrivá y refrendada por el Congreso esta misma semana, el sindicato UGT encabezado por Pepe Álvarez ha mostrado su completo apoyo. Así, ya en marzo, el líder sindical firmaba junto a Comisiones Obreras y el Gobierno su visto bueno a la que consideró como "la mejor reforma de las pensiones de la historia", y que ha salido adelante sin el apoyo de la patronal.
Como viene informando Libre Mercado, este cambio legislativo alargará la agonía del sistema de pensiones de reparto por medio de un plan de confiscación de rentas nunca antes visto en nuestra historia, el cual ya ha sido desmontado por la Airef e incluso criticado por el Financial Times.
Concretamente, el Estado tratará de cuadrar las cuentas haciéndose con más del 50% del salario correspondiente a las rentas superiores a 20.000 euros anuales solo a través del IRPF y las cotizaciones sociales, a lo que habría que añadir el IVA y otras tasas e impuestos. Por su parte, las rentas superiores a los 60.000 euros anuales se verán expuestas a una presión impositiva de más del 60%.
De esta forma, tal y como apuntaban Juan Ramón Rallo y Domingo Soriano en La Noche de Dieter, España pasará a expulsar sistemáticamente a la fuerza laboral cualificada. Una fuerza laboral que los sindicatos, incluido el dirigido por Pepe Álvarez, deberían tener la obligación de defender pero que, en su lugar, se empeñan en destruir.