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La cesta de la compra es cada vez más cara: el encarecimiento de los alimentos desbanca a la energía

La escalada de precios de los alimentos afecta a todo tipo de productos. Destacan el aceite y las grasas, que han duplicado desde que comenzó el 2021.

La escalada de precios de los alimentos afecta a todo tipo de productos. Destacan el aceite y las grasas, que han duplicado desde que comenzó el 2021.
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Durante el segundo trimestre de 2021 los españoles empezaron a comprobar que debían destinar cada vez un mayor porcentaje de su presupuesto familiar al pago de los productos energéticos y de los carburantes. Sin embargo, dos años después, el principal quebradero de cabeza es el de realizar la compra en el supermercado. El Gobierno ha centrado su mensaje en destacar que la subida de los precios se debía a factores externos y que, gracias a su buena gestión, estaban bajando, exhibiendo un gran triunfalismo.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los precios de los alimentos a nivel mundial se sitúan en un 24% por debajo del máximo alcanzado en el mes de marzo de 2022. El descenso está explicado por la evolución de los índices de precios de lácteos, aceites vegetales, carnes y cereales. En cambio, en España, los precios han aumentado en más de un 27% desde enero de 2021, y desde marzo de 2022, un 19%. Es decir, nuestro país está teniendo un peor comportamiento que el resto del mundo.

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Índice de la FAO para los precios de los alimentos, 2014-2016=100. FUENTE: FAO
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Evolución de los precios sin elaborar en España, enero 2021=100. FUENTE: INE

La escalada de precios de los alimentos afecta a todo tipo de productos. Destacan especialmente el aceite y las grasas, los cuales han duplicado su precio desde que comenzó el año 2021. Estos últimos meses el aceite de oliva está registrando cifras récord, siendo un 38,8% más caro que en el mismo periodo del año pasado. La consecuencia es que gastamos más en aceite de oliva por hogar (20 euros más que en 2021), pero consumimos un litro menos por persona.

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Evolución de los precios de distintos tipos de alimentos, enero 2021=100. FUENTE: INE

De este modo, puede comprobarse que los precios de los alimentos ya acumulan un aumento similar a la de los productos energéticos y han reducido notablemente la brecha con respecto a los carburantes y combustibles. Desde la segunda mitad del año 2022, los precios energéticos comenzaron a caer notablemente, sin embargo, los alimentos han mantenido una tendencia creciente.

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Comparación de la evolución de los precios de los alimentos y energéticos, enero 2021=100. FUENTE: INE

Aunque desde el Gobierno se ha venido criticando a los supermercados de aprovechar la crisis para aumentar sus beneficios, el análisis de las cuentas de las principales empresas del sector apunta a que esta tesis no se sostiene, ya que sus márgenes se mantienen en niveles relativamente bajos sin que se hayan disparado en los últimos años.

Uno de los factores que está detrás del alza de los precios de los alimentos son los costes de producción crecientes (aumento del 31,1% en 2022), entre los que se incluyen los precios de fertilizantes, piensos, o el precio de la energía. Sin embargo, los datos de mayo de 2023 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación apuntan a una importante caída en el último año. Otra de las causas es el peor comportamiento de las cosechas. De acuerdo con las estimaciones de Caixabank, las toneladas por hectárea recolectadas cayeron en un 18% en 2022. Las sequías estarían contribuyendo de manera relevante a este fenómeno.

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Variación anual en 2022 del rendimiento de distintas cosechas agrícolas.FUENTE: Caixabank Research

A medida que los costes de producción y los precios energéticos continúen con un menor ritmo de crecimiento, la cesta de la compra debería empezar a dar un alivio a las economías familiares. Las previsiones realizadas por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) apuntan a que la inflación anual de los alimentos no elaborados cierre el ejercicio en el 9,3%, mientras que el año que viene este porcentaje se situará en el 4,9%. Los menores precios deberían empezar a notarse especialmente a partir de la segunda mitad del año, pero las sequías pueden añadir cierta incertidumbre en el corto plazo. Además, la retirada de las ayudas como la rebaja del IVA podría provocar una revisión al alza de los cálculos.

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