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Podemos insiste en su obsesión: la legalización del "consumo responsable del cannabis"

El partido ha presentado una proposición ya que "existen muchos argumentos a favor, y muy pocos en contra, para cambiar la injustificada situación".

El partido ha presentado una proposición ya que "existen muchos argumentos a favor, y muy pocos en contra, para cambiar la injustificada situación".
El partido de Irene Montero e Ione Belarra alude a una supuesta discriminación frente al alcohol | Europa Press

Podemos no descansa en su gran obsesión: la legalización del consumo del porro. Asegura que hay una discriminación con el alcohol y que debe legalizarse el "consumo responsable del cannabis". Podemos asegura que lo suyo es "buscar soluciones a los problemas generados a partir de la prohibición del cannabis", porque hay que "ser consecuentes con las políticas basadas en la eficacia y en el respeto a los derechos y las libertades individuales".

Para el partido de Pablo Iglesias, "existen muchos argumentos a favor, y muy pocos en contra, para cambiar una injustificada situación sostenida durante demasiado tiempo. El cannabis (Cannabis Sativa L.) es una planta ampliamente conocida en España, donde más de un tercio de su población, es decir, más de diecisiete millones de personas, la ha consumido alguna vez y alrededor de un millón de personas lo hace todos los días", afirman desde la formación.

"Es, por tanto, una planta con la que buena parte de la ciudadanía convive a diario, que está plenamente integrada en nuestra sociedad a nivel cultural y económico", concluye el partido morado. Y, por ello, acaba de presentar una proposición con la que legislar el consumo que ellos llaman "responsable" del porro.

Los objetivos de Podemos son conocidos. Y el plan pasa por "revertir el enfoque prohibicionista basado en el control altamente punitivo de la planta del cannabis, sus flores y sus principios activos es una deuda pendiente con la sociedad, la cual puede verse beneficiada de ello al evitarse el despilfarro de recursos públicos; la proliferación de grupos criminales cada vez más violentos; la repercusión en la factura de la luz de la energía robada de forma masiva para el cultivo ilegal de cannabis y la consecuente huella de carbono incontrolada; la corrupción sistémica vinculada al narcotráfico; la creación de economías sumergidas y la precariedad laboral anclada a la ilegalidad" y hasta "la pérdida de oportunidades económicas en contraste con otros países en los que el cannabis es ya un sector estratégico". Todo beneficios, según Podemos.

Para el partido de Ione Belarra hay que revertir también "el control social por consumir una sustancia demostrada menos nociva que otras de lícito comercio y por las que el Estado percibe millones en impuestos". Al igual que Podemos pretende que se revisen las "sanciones abusivas de mínimo seiscientos euros, impuestas por portar productos del cannabis para el propio consumo, sabiéndose que esa conducta no perjudica ni hace daño a nadie".

Y la formación de Irene Montero alude a una supuesta discriminación frente al alcohol: "Las personas contrarias a la regulación, independientemente de los argumentos que esgriman, pueden beber alcohol en altas cantidades hasta intoxicarse, sin que medie limitación alguna, en cualquiera de los más de 275.000 bares y restaurantes que hay en España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno por cada 175 habitantes".

Y añaden: "Esta situación está absolutamente normalizada y goza de consenso y reconocimiento social, a pesar de los perjuicios evidentes que de ella se derivan. En estos bares y restaurantes, que principalmente se sustentan con la venta de bebidas alcohólicas permitidas por el Estado e integradas en nuestra cultura, sociedad y tradiciones, se hace incluso apología y ostentación de su consumo. Dichos establecimientos, además, no garantizan la protección de menores de edad, que a menudo acceden a ellos, ven el consumo de alcohol y así lo normalizan en sus primeros años de vida". Porque para Podemos, "todo ello se permite a pesar de que los efectos del alcohol son, objetivamente, más peligrosos que el cannabis".

Podemos aclara su intención: "Con estos argumentos no se pretende que se prohíba el alcohol o impedir que la gente socialice como estime oportuno. Lo que aquí se plantea es que, al igual que podría hacerse con el alcohol, con el cannabis puede realizarse un consumo controlado y responsable".

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