El Gobierno acaba de celebrar a bombo y platillo el nuevo dato de paro. Un dato que refleja un descenso del número de desempleados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) al finalizar el mes de marzo de 33.405 personas (-1,2 %). De ese modo, el paro registrado se sitúa en 2.727.003 personas. Pero el Gobierno ha decidido omitir un buen número de datos y factores que contextualizan este indicador hasta demostrar que tiene muy poco que celebrar. Y es que, quitado el maquillaje estadístico, lo cierto es que el dato confirma una realidad del paro compuesta por casi 4 millones de parados, 90.000 empresas menos y un 80% de contratos precarios.
La afiliación sube, cierto: en 193.585 hasta los 20.901.967 cotizantes, liderada por las comunidades autónomas del PP, especialmente, Andalucía (47.939). Pero todo ello es en base a los datos de cotizantes admitidos por el Gobierno de Sánchez.
El paro baja en 33.405 personas, cierto: hasta una cifra de 2.727.003, lo que lo convierte en el tercer peor dato de bajada en época de Semana Santa de los últimos diez años. Y eso que, de nuevo, la bajada es liderada por Andalucía (-11.374). Pero, como se explicaba antes, todo ello, en base a las estadísticas de cotizantes publicadas por el Gobierno de Pedro Sánchez. Y esas estadísticas son más que dudosas por el maquillaje que llevan implícito.
Los motivos de la incredulidad son los siguientes: "Seguimos sin conocer los datos de fijos discontinuos que el Gobierno tiene ocultos y maquillan los datos de desempleo", señalan desde el área de Juan Bravo en el PP. Según el último informe RANDSTAD, BBVA y FEDEA la cifra de fijos discontinuos en paro real se eleva hasta los 778.000, volumen que debería ser sumado, por lo tanto, al cómputo total de desempleados. Y eso significaría un paro efectivo de más de 3,5 millones. Hay que recordar que el sindicato USO no ha dejado de denunciar que los parados reales en formación, DENOS o con condiciones especiales de demanda empleo están fuera de la estadística oficial pese a ser demandantes de empleo. Y ese colectivo suma otro medio millón de parados expulsados del recuento oficial. En resumen, que el paro real se eleva hasta cerca de 4 millones de personas.
El PP denuncia que, además, "8 de cada 10 contratos que se han firmado en marzo son indefinidos a tiempo parcial, fijos discontinuos o temporales (de los 1.1123.488 son precarios 124.107 a tiempo parcial, 158.271 fijos-discontinuos y 618.595 temporales)". Y que se siguen incrementado los despidos de los contratos indefinidos en periodo de prueba. Lo que dibuja un elevado panorama de precariedad que explica el maquillaje estadístico: se están sustituyendo contratos de jornada completa por parciales o por días determinados, con lo que el número de horas de trabajo real o la cotización no sube lo que dicen los datos oficiales de paro registrado.
El PP añade más datos: "Se han perdido desde que gobierna el PSOE (junio 2018) nada menos que 89.648 empresas cotizantes. Nos vamos quedando sin empresas generadoras de empleo. Desde febrero de 2020 hay 54.314 empresas menos".
Y, para colmo, el dato de productividad ha bajado por empleado un 1,9% desde 2018. Todo ello, frente al incremento medio del 1,2% de la UE-27, siendo el quinto país europeo que mas productividad ha perdido desde 2018.
Y, "a pesar de este maquillaje, somos los peores en paro general (11,6%), paro femenino (13,2%) y juvenil (28,6%) en Europa, con los datos de enero (últimos disponibles)".
Como colofón hay que destacar que el coste de las bajas laborales, en el año 2023, se ha incrementado por encima de los 14.000 millones de euros (14.121). "Para que podamos hacer una comparativa en el año 2018, el coste era entonces de 7.400 millones y en el 2020, en plena pandemia, de 11.800 millones de euros", señala Juan Bravo.