No sólo es falso que las empresas españolas no paguen casi impuestos -el pago medio de las IBEX-35 se eleva al 48%-, sino que, además, es radicalmente mentira que las más grandes se escapan y no aporten. Los datos extraídos de la Agencia Tributaria prueban que las grandes empresas españolas aportan casi la mitad de toda la recaudación fiscal procedente de las empresas.
El acuerdo programático entre el PSOE y Sumar contempla, entre otras muchas cosas, la aplicación de un tipo efectivo mínimo del 15% sobre el resultado contable de las grandes empresas en el Impuesto de Sociedades. Esa propuesta choca con la propia estructura del tributo y con la Constitución, que definen como capacidad económica la obtención de renta y no el resultado contable. La diferencia entre éste y la base imponible es la posible aplicación a la segunda de una serie de deducciones, como, por ejemplo, las exenciones por la repatriación de dividendos, por beneficios obtenidos en filiales extranjeras para evitar la doble imposición o para compensar pérdidas de ejercicios anteriores.
Y, desde esta óptica, si se aplica un gravamen del 15% al resultado contable sin realizar los ajustes mencionados, supondría situar el tipo efectivo real de las compañías en el 35%. "Además, hacer tributar a los dividendos o beneficios procedentes del extranjero es incompatible con los Convenios de Doble Imposición suscritos por España con 104 países. Todo ello sin contar con que la jerarquía normativa de estos tratados está por encima de las leyes ordinarias internas", explican desde la consultora Freemarket.
De igual modo, "gravar el resultado contable será un desincentivo para las empresas que tienen o quieren tener sedes en España con la intención de invertir en otros países, lo que impulsaría la desinversión de las ubicadas en el territorio nacional y desincentivaría la localización de compañías extranjeras en él", añaden los economistas de la firma de análisis.
Pero ahí no termina la historia. Las empresas con una facturación superior a los 1.000 millones de euros, 224 en total —el 0,01% del total— suponen el 21,46% de la recaudación procedente del Impuesto de Sociedades (IS); las que facturan entre 500 y 1.000 millones de euros, que suman un total de 266 —el 0,02% del total de las compañías— aportan el 6,15% de la recaudación del IS; y, si se clasifica entre las grandes a las que facturan entre los 100 y los 500 millones, 1.726 —el 0,11 por 100 del total—, estas representan el 14,37% de la recaudación del IS.
Esto significa que las firmas catalogadas como grandes, 2.216 en conjunto, aportan el 43,98% de los ingresos recaudados por el IS con destino a las arcas públicas cuando son sólo el 0,14% del tejido empresarial español. "En consecuencia, la tesis según la cual no pagan impuestos o pocos es una falacia".
Por último, "la tesis según la cual el conjunto de las empresas españolas se caracteriza por su insolidaridad o por un comportamiento presuntamente fraudulento no se corresponde para nada con la realidad y, por tanto, esa afirmación es un ejercicio de demagogia porque no cabe ser calificado con el término ignorancia. Si se analiza la aportación de las compañías a la totalidad de los ingresos fiscales recaudados, las españolas aportan casi 10 puntos más que las del promedio de la OCDE; un 35,4% versus el 25,7% en esa organización", concluye Freemarket.