Malas noticias desde la UE. Si los Gobiernos europeos, con Pedro Sánchez como abanderado, han empezado ya a imponer restricciones en el consumo de gas por lo cortes de suministro de Rusia, la nueva etapa estará protagonizada por la extensión de esos recortes a la electricidad. A la luz. El vicepresidente europeo ejecutivo Frans Timmermans ha admitido ya que Bruselas trabaja bajo la consigna de que será necesario extender las limitaciones de consumo a la luz.
Timmermans ha admitido ya una más que posible ampliación de los sacrificios impuestos. O, dicho, de otra manera, ha reconocido de forma indirecta que las medidas impulsadas por los Estados miembros o la misma Comisión Europea, no han sido suficientes para frenar el riesgo de falta de abastecimiento energético.
El discurso de Timmermans ha sido expuesto en la presentación del Eurelectric Power Barometer 2022. Y ha dejado clara esta tendencia de aumento del golpe a los hogares y empresas. "Europa está atravesando la crisis energética más desafiante que hemos visto en la historia moderna, mientras que los devastadores impactos de la crisis climática son cada vez más evidentes en todo el planeta", asegura Timmermans. "Los gobiernos y las instituciones internacionales están bajo presión para hacer frente a los impactos y costos", afirma el vicepresidente. Y "tras la invasión rusa de Ucrania, los mercados mundiales de energía se han visto sometidos a una gran tensión". En marzo, según esta explicación, "Europa ya se dispuso a eliminar los combustibles fósiles rusos lo antes posible. Nuestra estrategia es diversificar el suministro de gas, acelerar el despliegue de energías renovables y ahorrar energía". Lo cierto es que España, bajo mando de Pedro Sánchez, no ha recortado la compra de combustibles rusos, sino todo lo contrario: la ha más que duplicado en los últimos meses, por ejemplo, en el caso del gas natural. Pero, al margen de ello, Timmermans señala que la "ambición de neutralidad climática permanece inalterable, incluso si el camino puede cambiar. Nuestra salida de la crisis pasa por más renovables y más eficiencia energética".
Y, por todo ello, la UE advierte de que "necesitamos aún más inversiones en redes, permisos aún más rápidos, acceso a materias primas y nuevas habilidades. Y lo necesitamos ahora. Trabajaremos en estrecha colaboración con los Estados miembros para crear un entorno propicio para el despliegue masivo de energías renovables en el futuro inmediato". Pero a Bruselas, eso no le parece suficiente y destaca que, "si queremos estar seguros este invierno y preparados para el próximo, si queremos tener una economía resiliente y minimizar la inflación, también debemos actuar ahora para reducir nuestra demanda de energía. Tan masivamente, si no más".
Timmermans recuerda que, "en julio, los Estados miembros acordaron reducir su demanda de gas en un 15%" y que el nuevo plato de este menú será "un marco para rebajar también los picos en nuestro consumo de electricidad", porque, según ese mismo discurso, esos consumos "desencadenan en el uso de gas caro y elevan los precios". "Pero ninguna intervención en el mercado de la electricidad puede compensar el hecho de que miles de millones de metros cúbicos de gas se mantienen fuera de los mercados energéticos mundiales debido al chantaje energético de Rusia. Y ninguna intervención en el mercado eléctrico puede compensar el hecho de que la sequía de este año ha afectado gravemente a la generación de energía en la UE", añade el vicepresidente europeo. Por todo ello, "sí, será necesario reformar nuestro mercado eléctrico porque fue diseñado para mercados dominados por el carbón y el gas, que necesitan inversiones iniciales bajas pero son más costosos de mantener".