Más bien se trata de una reacción de la Banca extranjera, por lo que sería una equivocación hablar de fuga de capitales desde España. Pero conviene no confiarse.
Ni los servicios públicos ni el 'Welfare State' son valores que puedan ser separados del dirigismo, porque no se da a los ciudadanos la opción de elegir si quieren pagarlos o no.
Parece mentira que haya sido el propio Gaspar Llamazares el que haya pedido al gobierno que implante medidas para que las industrias con gran consumo eléctrico obtengan condiciones "más favorables".
Lo que refleja la prima de riesgo no es otra cosa que un suspenso a las reformas aplicadas hasta ahora. El Gobierno ha hecho reformas y ajustes, sin duda, pero el problema es que son insuficientes.