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Sánchez bate todos los récords: dispara a máximos históricos el empobrecimiento de los españoles

Magnitudes como el gasto, la deuda, la pérdida de salarios o las subidas de precios a las familias reflejan los peores datos de la historia.

Magnitudes como el gasto, la deuda, la pérdida de salarios o las subidas de precios a las familias reflejan los peores datos de la historia.
Europa Press

El Gobierno, principal responsable de la situación económica que vive España, acostumbra a sacarse la responsabilidad de encima y culpara a cualquiera. Ahora, la guerra de Putin en Ucrania y el cambio climático son los principales culpables de los problemas económicos que sufrimos los españoles.

Además, el Gobierno ha protagonizado este verano un cambio de discurso evidente. Ha pasado de presumir de tener la economía más pujante de la UE, con el crecimiento económico más fuerte y robusto de los países desarrollados a anunciar nubarrones y pronosticar uno de los inviernos más duros que se recuerdan en España. Los satélites mediáticos de Moncloa ya habían deslizado esta idea que confirmaba este mismo miércoles la ministra de Defensa, Margarita Robles quien ni corta ni perezosa afirmaba:

"Creo que no somos muy conscientes de que el invierno va a ser durísimo, Putin yaa lo está haciendo, pero va a usar los cortes de suministro de gas. En este momento Putin no puede ganar esta batalla y nos tenemos que preparar".

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera hace oídos sordos a estas declaraciones y descarta cortes de suministro este invierno, mientras presume de decreto de medidas de apoyo, Un decreto que tal y como hemos glosado en Libre Mercado, es un auténtico despropósito.

Pero lo que no quiere reconocer el Ejecutivo, con actuaciones especialmente dramáticas como la del ministro José Luis Escrivá tratando de convencernos de que la destrucción de empleo de julio y agosto son unos muy buenos datos para España, es que los indicadores hablan abiertamente de crisis económica que se puede traducir en una recesión a final del año. La Airef pronostica que el tercer trimestre el PIB caerá, lo que adelanta esa recesión a 2022.

Lo cierto es que el Gobierno está haciendo historia, pero para mal y en multitud de indicadores que dibujan un horizonte negro para los intereses de los sufridos bolsillos de los españoles.

Los palos de hockey

La comparación de gráficas con palos de hockey se hizo muy popular cuando estalló el clima-gate, que demostró la falsedad de las gráficas con las que el panel de cambio climático de la ONU justificaba sus políticas de ayudas, créditos verdes y sanciones. Eran gráficas de líneas en las que se una línea horizontal llegaba a un punto en que se disparaba hacia arriba en vertical dibujando una figura similar a los palos de hockey.

Pues bien, esta es la figura que están mostrando numerosos indicadores en nuestro país, al punto de alcanzar cotas no vistas en sus propias series históricas.

Hablamos de valores macroeconómicos como el empleo, la deuda o el gasto público, pero también, los indicadores de precios de la industria, la evolución de precios de los alimentos, o

Precios en niveles históricamente altos

España ya es el país en el que su población se empobrece a mayor ritmo de toda la Unión Europea, soportando las tasas de inflación más altas del viejo continente. El IPC del mes de julio ascendió al 10,8%, el más alto desde 1984. Esto quiere decir que el poder adquisitivo de los españoles ha caído en la misma medida. Somos casi un 11% más pobres que hace un año.

Pero si desagregamos el dato y miramos las partidas que más nos afectan en el día a día a los ciudadanos, el problema es aún mayor y empezamos a ver máximos de todas las series históricas. Es el caso del precio de los alimentos, cuya subida es del 13,9%. Aquí vemos el primero de los palos de hockey que ofrece el análisis de nuestra economía.

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Evolución del precio de los alimentos en la serie histórica | INE

Esta subida de precios está detrás de los informes que señalan que los españoles consumimos un 13% menos de carne, pescado u hortalizas, algo de lo que se ha felicitado el Ministerio de Agricultura porque ahora los españoles tiran menos desperdicios a la basura.

Si continuamos repasando los gastos que tienen que asumir las familias españolas, además de la cesta de la compra, está el precio de los consumos del hogar, el gas, la electricidad y otros combustibles, que llevan un incremento interanual del 50%.

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Evolución de los precios del gas, la electricidad y los combustibles en el hogar | INE

Si observamos el gráfico, llevamos en máximos prácticamente todo el año, registrándose el mayor pico el pasado mes de marzo, cuando estos consumos subían cerca del 90% para los hogares. Observando la gráfica quizá la ministra Ribera entendería que la reducción del consumo de energía que se ha registrado este año respecto al año pasado (datos de REE para los primeros seis meses de 2022), se deba precisamente al brutal incremento de precios de la luz o el gas, más que a la aprobación de un decreto energético en el que se limita por ley la temperatura de los centros comerciales o las horas a las que se han de apagar los escaparates de los centros comerciales.

Pero es que el mantenimiento del hogar entraña otros gastos que también están disparados. Han subido casi un 7% respecto al año pasado, una subida interanual que, de nuevo, es la más alta de la serie histórica, protagonizando otro "palo de hockey" de los precios en España.

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Evolución de precios de mantenimiento común del hogar | INE

Para terminar el capítulo de precios, tenemos que reseñar uno de los indicadores que más preocupan, por su inevitable traslación al IPC. Hablamos del IPRI, el índice de precios industriales que lleva desde el pasado mes de febrero por encima del 40%, nivel en el que se ha colocado este mes de agosto, según ha adelantado esta semana el INE. Los precios industriales llegaron a rozar las subidas interanuales del 50% en el mes de marzo.

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Índice de precios industriales | INE

Tal y como ya explicó Libertad Digital, este indicador es muy peligroso en tanto en cuanto mide el encarecimiento de costes que sufre la industria que se dedica a elaborar los bienes y servicios que todos consumimos. Detrás de este encarecimiento está la fuerte reducción de consumo de gas por parte de la industria española y también el aluvión de concursos de acreedores que se espera a partir de este otoño, una vez finalizada la moratoria concursal.

El nivel de los precios industriales dobla el nivel más aalto registrado hasta la fecha en 1977 cuando alcanzó el 23%, En aquellos años el IPC llegó a superar el 25%. Además, existen estudios que analizan cómo se traslada el IPRI al IPC en un margen de unos pocos meses.

Empleo

Otro de los indicadores que está marcando un hito histórico es el del empleo. Pese a los enormes esfuerzos del ministro José Luis Escrivá por escurrir el bulto y tratar de evitar enfrentar el problema de cara, el mercado de trabajo está dando evidentes muestras de agotamiento. Que el mes de julio se destruyera empleo neto en España (7.366 afiliados menos respecto a junio) por primera vez en la historia, es un antecedente de muy difícil maquillaje. Pues bien, inasequible al desaliento, Escrivá ha llegado a inventarse una nueva estadística para presumir de buenos datos de empleo.

Tanto es así, que el propio ministro Escrivá recientemente ha llegado a afirmar que el hecho de que en España se vayan a destruir 180.000 puestos de trabajo durante el mes de agosto es unahttps://www.libremercado.com/2022-05-02/los-salarios-reales-se-desangran-en-espana-cuatro-mas-que-tras-la-crisis-subprime-6892824/ buena noticia. Según su argumento, lo era porque no se destruirían los 200.000 habituales del mes de agosto.

Pérdida de salarios reales

Otro de los indicadores que se encuentra en máximos históricos es el de la pérdida de salarios reales. Un indicador que trata de medir el efecto de la inflación sobre el poder adquisitivo de los españoles comparándolo con los pactos de subidas salariales en los convenios colectivos.

Pues bien, con una inflación cercana al 11%, la pérdida de salarios reales roza el 9%, constituyendo una anomalía histórica solo comparable con el tardofranquismo, cuando la inflación superó el 20%.

Gasto público

Quien no se está privando de nada es el Gobierno que, gracias a la inflación, está multiplicando su recaudación a través de la agencia tributaria y, al mismo tiempo, está multiplicando el gasto público. Éste se encuentra en máximos de toda la serie histórica. El último año completo, 2021, se registró un gasto público del 50% del PIB, superando los 609.000 millones de euros.

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Evolución del gasto público | Datos: Banco de España

Además, como bien apunta José María Rotellar en sus análisis en Libre Mercado, el incremento del gasto del Ejecutivo durante estos años de Gobierno nada tiene que ver con medidas coyunturales fruto de las dificultades derivadas de la pandemia en 2020, sino que son decisiones de gasto que quedan adheridas a la estructura de gato, en virtud de aumentos del salario mínimo, aprobación de ingresos mínimos vitales, promesa de indexación al IPC de pensiones y sueldos de los funcionarios, etc. Esto hace que en el momento en que sea necesario soltar lastre la posibilidad del Gobierno será menor.

Deuda pública y deuda de la Seguridad Social

Las últimas gráficas que muestran una evolución histórica es el de la deuda pública y la deuda de la seguridad social, con auténticos palos de hockey. Con el añadido de que la deuda pública tiene una estadística engañosa en este caso, que es la que vincula el volumen de deuda al PIB ya que podríamos pensar que al pasar del 118% del PIB al 117% en el último registro es porque se ha reducido la deuda. Nada más lejos de la realidad. Nos acercamos peligrosamente a tener una deuda de 1,5 billones de euros.

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Deuda pública relativa y total | epedata.es

La deuda es un problema de primer orden para una economía con los problemas que tiene España por muchos motivos. Quizá el más perentorio o inmediato es la forma en la que esta deuda presiona al alza la inflación (tenemos la subida de precios más salvaje de toda la UE), sino que además, se traduce en la necesidad de mayor recaudación por parte del Estado y más peso sobre el hombro de los contribuyentes españoles, que ya, de por si, están en una situación límite.

En junio de 2022 la deuda pública se situó en 1.475.392,42 millones de euros, lo que supone una variación de 11.058,72 millones de euros en comparación con el mes anterior, según datos y la estadística del Banco de España. La deuda pública cerró 2018 en 1.173.107 millones de euros, frente a los 384.661 millones de euros antes de la crisis en 2007.

Y el último palo de hockey: la deuda de la seguridad social. Actualmente en 99.183 millones, cuando en 1994 era de 7.267 millones y en 2017, 17.172.

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Deuda de la Seguridad Social

Con esta colección de indicadores no es de extrañar que la Airef haya adelantado a este año la recesión.

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