Pedro Sánchez se sale con la suya. El Gobierno ha nombrado gobernador del Banco de España al actual ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, oficializará el ascenso de Escrivá mañana miércoles en el Congreso.
Aunque era un secreto a voces, este martes, la Cadena Ser ha adelantado el nombramiento de Escrivá, que posteriormente han confirmado fuentes del Ejecutivo a agencias como Europa Press. Esta decisión cuenta con el rechazo rotundo del PP.
El pasado mes de julio, salió a la luz que el Gobierno había propuesto al PP el nombre de Escrivá como gobernador del Banco de España en sustitución de Pablo Hernández de Cos. Los populares rechazaron la candidatura de Escrivá por tratarse de un actual ministro, lo que pone en tela de juicio la independencia e integridad de la entidad a la hora de evaluar las futuras políticas económicas del Ejecutivo. "Saben desde el inicio de las conversaciones que no aceptamos su idea de que pasen del Consejo de Ministros a ocupar cargos en entidades o en organismos independientes" señalan este martes fuentes populares.
Aunque se trata de un pacto no escrito, es habitual que la renovación de los cargos del gobernador y subgobernador del Banco de España se acuerden entre el PSOE y el PP, de tal manera que el partido en el Gobierno nombra al gobernador y el partido de la oposición propone al subgobernador. Esta vez, el PSOE ha impuesto su propio criterio con la imposición de Escrivá, y todo apunta a que también nombrará al subgobernador. "Si nombran a Escrivá no hablaremos del subgobernador" aseguran en el PP.
Un retraso anómalo
Fue el pasado 10 de junio cuando caducó el mandato de Pablo Hernández de Cos al frente del Banco de España. La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, asumió temporalmente las riendas de la institución debido a que el Gobierno de Sánchez todavía no había elegido al sucesor. El cargo de Margarita Delgado caduca el 11 septiembre, por lo que el Gobierno ha nombrado a Escrivá in extremis.
Este retraso en la elección de un sucesor para el Banco de España ha supuesto una completa anomalía en la política monetaria europea. Tanto es así, que el Consejo de Gobierno del BCE se ha llegado a reunir en Fráncfort para decidir el nuevo movimiento sobre los tipos de interés de la zona euro, pero España no ha podido votar por primera vez en la historia por no tener gobernador.
Aunque la lista de candidatos a sustituir a De Cos ha sido larga, Escrivá suena para el Banco de España desde los inicios, porque es un cargo al que el ministro tendría intención de llegar tras salir del Ministerio de Seguridad Social y llegar al Ministerio de Transformación Digital como transición. Sin embargo, como ya avanzó Libre Mercado, en el inicio de verano su nombre volvía a acaparar protagonismo en las quinielas.
El Gobierno asalta otro organismo independiente
Con el nombramiento de Escrivá, el Gobierno vuelve a tomar el control de un organismo independiente, que además, durante el mandato de Hernández de Cos ha protagonizado varios choques con el Ejecutivo de Pedro Sánchez en materia económica.
La reforma de las pensiones del propio Escrivá, la Ley de Vivienda, la política de subsidios del paro, el impuesto por la puerta de atrás del que se beneficia el Gobierno con la inflación... El Banco de España no ha dudado en criticar las medidas del Ejecutivo en numerosas áreas de la economía. Entre sus muchas funciones, organismo se encarga de "analizar la evolución económica y financiera de la economía española", una tarea que ahora queda en entredicho.
El legado envenenado de Escrivá en la Seguridad Social
Tras más de tres años al frente del Ministerio de Seguridad Social, Escrivá ha dejado las cuentas del sistema en un estado todavía más crítico que cuando aterrizó desde la Airef (y donde sí advertía de los problemas de sostenibilidad del sistema de pensiones).
Una de las razones principales de este nefasto escenario es que su reforma de las pensiones no contempla una sola disminución del gasto para reducir el agujero del sistema. De hecho, echa más leña al fuego por la revalorización de las prestaciones al IPC.
Por el lado de los ingresos, Escrivá se ha decantado por subir masivamente los impuestos al trabajo, y como la recaudación no será suficiente para sufragar el ingente coste de las pensiones, también ha optado por duplicar la deuda de la Seguridad Social.